Panamá será el primer país de Centroamérica en prohibir las bolsas plásticas en establecimientos comerciales, una medida que ayudará a reducir el volumen de la basura marina que afecta al océano Pacífico y el mar Caribe.
La nueva ley podría reducir hasta en un 20% el uso general de plásticos en Panamá, país pionero en la región en unirse a la campaña Mares Limpios del PNUMA.
A partir del 20 de enero los comercios de Panamá tendrán un año y medio para dejar de utilizar las bolsas plásticas de polietileno y ofrecer bolsas reutilizables que deberán ser vendidas a los consumidores. Los negocios que incumplan con la normativa serán multados y ese dinero se utilizará para financiar programas de reciclaje y educación ambiental.
Panamá se une a iniciativas de países como Antigua y Barbuda que prohibió las bolsas desechables en 2016, y Colombia, que comenzó a aplicar un impuesto a este producto desde el año pasado. La ciudad de Buenos Aires, Argentina, también se ha declarado en contra de las bolsas de plástico, y las prohibió desde 1 de enero de 2017.
En Chile, el Congreso Nacional trabaja en la aprobación de una ley para prohibir el uso de estas bolsas en las comunas costeras y permitir a los demás municipios exigir las mismas medidas. El gobierno chileno estima que el 30% de las bolsas plásticas del país terminan en el océano.
Por su parte Costa Rica, que también hace parte de la campaña Mares Limpios al igual que todos los países mencionados, está en el proceso de un plan nacional para erradicar los plásticos de un solo uso, como las bolsas, los sorbetes o las tapas de tazas de café, y remplazarlos con materiales renovables.
Un billón de bolsas plásticas termina en los océanos del mundo cada año y amenaza la vida de alrededor de 600 especies marinas. Panamá, con casi 3.000 kilómetros de costa, tiene una posición estratégica para frenar esta situación y ofrecer protección a cientos de especies, tales como la tortuga carey o la ballena jorobada, quienes permanecen amenazadas.
Más de 30 países que cubren el 40% de las costas del mundo hace parte de la campaña Mares Limpios y trabajan en leyes para disminuir el consumo excesivo de plásticos y toman otras medidas de protección, tales como establecer reservas marinas o limpiar sus playas.