Las paredes compuestas por vegetales tienen un gran potencial de absorción de ruido, y podrían ser utilizadas como un eficaz aislante acústico, según una investigación de la UPV/EHU. El único problema es que el sistema, a día de hoy, resulta costoso.
Con el objetivo de conocer el rendimiento y la eficiencia acústica y energética de las paredes vegetales, Zaloa Azkorra, ingeniera agrónoma, ha analizado cómo estas paredes compuestas de vegetación pueden ser beneficiosas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
La investigadora ha probado junto a su equipo la eficiencia acústica y energética de los edificios realizando pruebas con diversos materiales desde el departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Minas y de Obras Públicas de la UPV/EHU. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Applied Acoustics.
Las paredes vegetales se componen de módulos vegetales. Las plantas son introducidas en cajas de polietileno, y se mantienen mediante irrigación orgánica, es decir, son alimentadas y regadas por medio de un sistema similar al hidropónico utilizado en invernaderos. “No es fácil cultivar plantas de esta manera ni ponerlas en una pared”, señala Azkorra.
Prueba de absorción del ruido
La ingeniera analizó la absorción y el aislamiento de ruido cumpliendo las condiciones establecidas en unas normas ISO. Para realizar la prueba de absorción de ruido, Azkorra empleó una cámara de reverberación (una cámara cuyas paredes poseen materiales que reflejan el ruido del mismo modo en todas las direcciones), utilizando varias frecuencias.
De esta manera, los científicos pudieron comprobar que las paredes vegetales tienen muy buen rendimiento tanto en frecuencias altas como en bajas en lo que a disminución de ruido se refiere. Según la investigadora, otros materiales utilizados en edificios sólo tienen un buen rendimiento en frecuencias altas o bajas.
Por otra parte, Azkorra también ha estudiado el comportamiento que pueden tener las paredes vegetales como aislante acústico: se han colocado unos módulos vegetales en una pared del laboratorio, y se ha medido el nivel de aislamiento del ruido.
El equipo ha llegado a la conclusión de que aplicando ligeras mejoras (como aumentar la masa de los módulos o tapar el espacio intermodular) puede aumentar la eficacia del sistema, y, en consecuencia, las paredes vegetales podrían ser apropiadas como aislante acústico.
Eficiente pero caro
La investigadora propone la utilización de paredes vegetales en edificios, tanto dentro como fuera, ya que gracias a ellas puede mejorarse la temperatura y, lo que es más importante, se consiguen mejoras acústicas. Además, “son bonitas, y frescas”, dice Azkorra.
Pero, al mismo tiempo, reconoce que es caro disponer de tales sistemas, y que, además, los sistemas deben mejorarse. Según manifiesta Azkorra, “aparte de disponer de las plantas en las paredes, es preciso mantenerlas, y eso es bastante caro”. Por eso, en la actualidad, no ve otra opción que ponerlas en edificios singulares.
Una vez cultivados los módulos vegetales, ahora ha empezado a realizar estudios térmicos con ellos, para investigar qué beneficios pueden aportar desde el punto de vista de la temperatura y la eficiencia energética.
En cualquier caso, en opinión de la investigadora, las paredes vegetales podrían ser beneficiosas en el futuro para ofrecer una imagen más verde de las ciudades, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ahorrar energía, aumentar la biodiversidad, controlar las aguas pluviales, atenuar el ruido de las ciudades y minimizar los residuos y la contaminación.