Los nuevos depósitos se han colocado junto a isletas de contenedores soterrados y en los dos Puntos Limpios del municipio, además de en centros educativos y edificios públicos.
La Concejalía de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Parla (Madrid) ha instalado en las calles de la ciudad 27 contenedores de recogida de aceite de cocina usado. Esta iniciativa, que forma parte del Plan de fomento del reciclado de aceite usado de cocina, busca facilitar a los ciudadanos el reciclaje del aceite de origen doméstico y evitar la contaminación del agua y el suelo.
Los 27 contenedores están repartidos por toda la ciudad, junto a islas de contenedores soterrados y en los dos Puntos Limpios municipales.
Dentro de este Plan de fomento del reciclado del aceite usado de cocina, la concejalía de Sostenibilidad va a colocar seis contenedores más en varios centros educativos y edificios públicos. Serán en total 33 depósitos de recogida. Además, repartirá bidones de recogida en las casetas que se instalen con motivo de las fiestas locales y otros eventos.
Todo ello se completará con la difusión del plan entre los ciudadanos, a través de diferentes campañas de concienciación como cartelería, folletos en los edificios públicos o campañas informativas en colegios, donde el Ayuntamiento va a repartir entre los escolares embudos para el vertido de los aceites.
El Ayuntamiento se ajusta con este Plan de recogida y reciclaje de aceites domésticos al Plan Nacional Integrado de Residuos para el período 2008-2015 y al Plan Regional de Residuos urbanos (2006-2016).
La concejala del área, Victoria Muñoz, explicó que para reciclar correctamente el aceite usado, los vecinos deben “depositarlo en botellas o recipientes de plástico que puedan taparse”. Cuando la botella esté llena, se podrá depositar en los contenedores naranjas. “Es importante que no se utilicen recipientes de cristal o vidrio que podrían romperse en el contenedor e impedir el reciclado del aceite, además de provocar algún incidente en la vía pública”, indicó.
La incorrecta eliminación de los restos de estos aceites vegetales a través de la red de saneamiento o mezclándolos con otros residuos reduce la vida útil de depuradoras, vertederos y colectores y, además, aumenta el impacto ambiental. Así, un litro de aceite contamina 1.000 litros de agua, formando una película en ríos y mares que impide el paso del oxígeno atmosférico hacia el agua y la fauna acuática se ve seriamente dañada. De ahí la importancia de reciclar adecuadamente este residuo.
“Con medidas como esta podemos favorecer el medio ambiente en nuestra ciudad y favorecer además que en el futuro nuestras próximas generaciones tengan una mejor calidad de vida”, subrayó Victoria Muñoz.