La comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara pide productos textiles más duraderos y fáciles de reutilizar, reparar y reciclar.
La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo aprobó el pasado jueves sus recomendaciones para que la UE adopte medidas que garanticen que los productos textiles se producen de forma circular, sostenible y socialmente justa.
Los eurodiputados afirman que los productos textiles vendidos en la UE deben ser más duraderos, más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar, fabricados en gran medida con fibras recicladas y libres de sustancias peligrosas. Subrayan que los productos textiles deben producirse respetando los derechos humanos, sociales y laborales, el medio ambiente y el bienestar de los animales en toda su cadena de suministro.
Para hacer frente a la sobreproducción y el consumo excesivo de ropa y calzado, los eurodiputados piden a la Comisión Europea y a los países de la UE que adopten medidas que pongan fin a la «moda rápida», empezando por una definición clara del término basada en «grandes volúmenes de prendas de baja calidad a bajos niveles de precio». Los consumidores deben estar mejor informados para ayudarles a tomar decisiones responsables y sostenibles, incluso mediante la introducción de un «pasaporte digital de producto» en la próxima revisión del reglamento de diseño ecológico.
Los eurodiputados quieren objetivos ambiciosos con base científica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el ciclo de vida del sector textil. Piden a la CE y a los Estados miembros que garanticen que los procesos de producción consuman menos energía y agua, eviten el uso y la liberación de sustancias nocivas y reduzcan las huellas de materiales y consumo. Es prioritario adoptar requisitos de diseño ecológico para todos los productos textiles y de calzado.
También quieren que la revisión de la directiva marco sobre residuos incluya objetivos específicos separados para la prevención, recogida, reutilización y reciclaje de residuos textiles, así como la eliminación progresiva del vertido de textiles.
Otras recomendaciones son:
- La inclusión de una prohibición explícita de la destrucción de productos textiles no vendidos.
- Normas claras para acabar con las prácticas de «lavado verde».
- Garantizar prácticas comerciales justas y éticas mediante la aplicación de los acuerdos comerciales de la UE.
- La puesta en marcha de la iniciativa de la Comisión para prevenir y minimizar la liberación de microplásticos y microfibras en el medio ambiente.
La europarlamentaria alemana Delara Burkhardt dijo: «Los consumidores por sí solos no pueden reformar el sector textil mundial a través de sus hábitos de compra. Si permitimos que el mercado se autorregule, dejamos las puertas abiertas a un modelo de moda rápida que explota a las personas y los recursos del planeta. La UE debe obligar legalmente a los fabricantes y a las grandes empresas de moda a operar de forma más sostenible. Las personas y el planeta son más importantes que los beneficios de la industria textil. Las catástrofes ocurridas en el pasado, como el derrumbe de la fábrica Rana Plaza en Bangladesh, los vertederos cada vez más grandes en Ghana y Nepal, el agua contaminada y los microplásticos en nuestros océanos, muestran lo que ocurre cuando no se aplica este principio. Ya hemos esperado bastante: ¡es hora de cambiar!».