La Comisión de Medio Ambiente presenta sus propuestas para que los productos de la UE sean más respetuosos con el medio ambiente, circulares y eficientes energéticamente durante todo su ciclo de vida.
La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo adoptó ayer su posición sobre la revisión del marco comunitario de ecodiseño para productos sostenibles.
El informe prohíbe la obsolescencia programada, lo que significa que los fabricantes no deben limitar la vida útil de un producto mediante características de diseño y deben poner a disposición actualizaciones de software, consumibles, piezas de repuesto y accesorios durante un periodo adecuado. Los productos también deben ser fáciles de reparar y los consumidores deben tener acceso a directrices de reparación.
Los productos sólo podrán venderse si van acompañados de un «pasaporte del producto», que contenga información precisa y actualizada. Este pasaporte permitiría a consumidores y empresas tomar decisiones informadas a la hora de comprar productos, facilitaría las reparaciones y el reciclaje, y aumentaría la transparencia sobre el impacto medioambiental de lo que compran. Los eurodiputados quieren que los consumidores puedan comparar los pasaportes de los productos a través de una plataforma online.
Prohibición de la destrucción de productos no vendidos
Por otro lado, los operadores económicos que destruyan productos no vendidos tendrían que informar del número y porcentaje anual de productos que desechan, así como de sus motivos. A partir de esta información, los eurodiputados quieren que la Comisión identifique los productos para los que debería introducirse una prohibición de destrucción. Además, el informe pide que se prohíba específicamente la destrucción de textiles y calzado sin vender, así como de aparatos eléctricos y electrónicos, un año después de la entrada en vigor de la ley.
Los eurodiputados quieren también que la Comisión dé prioridad a una serie de grupos de productos en su primer plan de trabajo, que deberá adoptarse en un plazo de tres meses tras la entrada en vigor de la nueva normativa. Entre estos productos prioritarios figuran el hierro, el acero, el aluminio, los textiles (sobre todo prendas de vestir y calzado), los muebles, los neumáticos, los detergentes, las pinturas, los lubricantes y los productos químicos.
Facilitar la toma de decisiones
La eurodiputada italiana Alessandra Moretti afirmó que «es hora de acabar con el modelo de ‘tomar, fabricar, desechar’, que es tan perjudicial para nuestro planeta, nuestra salud y nuestra economía. Esta ley garantizará que los nuevos productos se diseñen de forma que beneficien a todos, respeten los límites de nuestro planeta y protejan el medio ambiente. Los productos sostenibles se convertirán en la norma, lo que permitirá a los consumidores ahorrar energía, facilitar las reparaciones y tomar decisiones ecológicas inteligentes cuando compren, ahorrándose dinero a largo plazo».
Está previsto que el informe se apruebe durante la sesión plenaria de julio de 2023 y constituirá la posición negociadora del Parlamento con los gobiernos de la UE sobre la forma final de la legislación. El Consejo Europeo también adoptó recientemente su postura sobre las normas de ecodiseño
El 30 de marzo de 2022, la Comisión Europea presentó una propuesta de Reglamento para establecer un marco general para fijar los requisitos de ecodiseño de los productos sostenibles y derogar las normas actuales, que se centran únicamente en los productos relacionados con la energía. Las normas revisadas se aplicarían a casi todos los productos del mercado interior (excepto alimentos, piensos, medicamentos y organismos vivos). La propuesta forma parte de un paquete sobre economía circular, que también incluye una estrategia de la UE para los textiles sostenibles y una propuesta sobre la capacitación de los consumidores para la transición ecológica.