El uso de este residuo como materia prima para obtener el absorbedor de impacto ofrece una alternativa para su aprovechamiento, a la vez que evita elevar los costes económicos y medioambientales de la fabricación de barreras biondas.
Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) han desarrollado un protector de guardarraíles –destinado a minimizar el riesgo de las lesiones en las carreteras– a partir de residuos de Posidonia oceánica.
La tecnología, patentada por el grupo de investigación de Tecnología de Materiales y Territorio, es de gran utilidad para revestir los soportes de las biondas en las carreteras, y permite absorber y disipar gran parte de la energía cinética que se produce en un choque, evitando desgarros y amputaciones en los casos en que es el cuerpo humano el que impacta contra dichos soportes.
El dispositivo consiste en un elemento absorbedor de impacto fabricado a partir de una mezcla de residuo de Posidonia oceánica con conglomerantes orgánicos o inorgánicos hidráulicos.
Dicha mezcla, explica el profesor José Miguel Saval Pérez, responsable de la investigación, “se realiza amasando previamente los componentes en seco, residuo y conglomerante, para posteriormente añadirle el agua y prolongar su amasado. Tras su amasado, se introduce en un molde donde se produce su compactación. Inmediatamente, se procede al desmoldado de la pieza, dejando la misma curar a temperatura ambiente”.
“También se ha previsto la utilización de aditivos tales como colorantes comerciales, compatibles con el conglomerante utilizado, de modo que puede variarse el color del absorbedor en función de las necesidades de señalización y entorno por el que transcurre la vía de comunicación”, añade el experto.
Se han realizado ensayos de impacto para absorciones de energía de 4.116 julios, es decir, absorbería el impacto de un cuerpo cuyo peso fuera de 75 kg, y que golpease contra el soporte a una velocidad aproximada de 38 km/hora. Asimismo, se han llevado a cabo pruebas de carga bajo deformación, de las que se desprende que el material absorbe aproximadamente el 40% de la carga transmitida.
La opción de utilizar el residuo de Posidonia oceánica como materia prima para obtener el absorbedor de impacto ofrece una alternativa para el aprovechamiento de dicho residuo, a la vez que evita elevar los costes económicos y medioambientales de la fabricación de barreras biondas.