Los eurodiputados quieren que los residuos que superen ciertos niveles de contenido de estas sustancias tóxicas sean destruidos o incinerados, y que no puedan ser reciclados para evitar su presencia en los nuevos productos.
Tras un debate celebrado el pasado lunes, el Parlamento Europeo adoptó ayer su posición negociadora sobre las nuevas normas relativas a los contaminantes orgánicos persistentes (COP) y la gestión de los residuos que los contienen.
Como los COP no desaparecen rápidamente y permanecen en el medio ambiente durante mucho tiempo, suponen una amenaza para este y para la salud humana en todo el mundo. Para proteger la vida circular de los productos, los materiales que contengan niveles de COP demasiado elevados deben ser destruidos o incinerados y no pueden ser reciclados, según el Parlamento.
Aunque los eurodiputados reconocen que la propuesta que presentó en octubre del pasado año la Comisión Europea va en la dirección correcta, quieren introducir niveles permitidos de COP significativamente más bajos en los productos. Esto alinearía mejor el Reglamento sobre los COP con los objetivos del Pacto Verde de la UE, especialmente la ambición de un medio ambiente libre de tóxicos y una economía verdaderamente circular.
Límites más estrictos para los COP
Los eurodiputados quieren reducir los límites de varios retardantes de llama bromados desde los 500 miligramos por kilo propuestos por la Comisión a 200 mg/kg. Los eurodiputados también quieren que los límites para el ácido perfluorooctanoico, que se encuentra, por ejemplo, en los textiles impermeables y las espumas antiincendios, se reduzcan a 20 mg/kg desde los 40 mg/kg propuestos por la Comisión.
Los eurodiputados afirman que el reglamento debe abarcar también el compuesto químico sintético ácido perfluorohexanosulfónico para anticiparse a su inclusión en una lista de sustancias nocivas por parte de la COP-10 del Convenio de Estocolmo, prevista para junio de 2022.
El eurodiputado eslovaco Martin Hojsík afirmó que «no podemos tolerar la presencia de contaminantes orgánicos persistentes en materiales y residuos, de lo contrario no habrá economía circular en la UE ni textiles sostenibles, sino una economía de productos tóxicos reciclados. La posición del Parlamento es un paso para limpiarla de contaminantes orgánicos persistentes como las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) o las dioxinas. Ayudará a las empresas de la UE a ser más sostenibles y a que los ciudadanos puedan confiar en los productos reciclados».
El Parlamento está ahora preparado para iniciar las negociaciones con los Estados miembros sobre la forma final de la legislación.