El Parlamento Europeo reclama indicadores de circularidad armonizados para los productos comercializados en la UE

El informe de la Eurocámara sobre el nuevo Plan de Acción de Economía Circular, aprobado ayer, pide objetivos vinculantes para 2030 sobre el uso de materiales y la huella de consumo de los productos.

La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo aprobó ayer su informe sobre el nuevo Plan de Acción de Economía Circular de la UE. Los eurodiputados coincidieron en que la UE necesita objetivos políticos claros para lograr una economía neutra en carbono, ambientalmente sostenible, libre de tóxicos y totalmente circular para 2050 a más tardar.

Subrayaron también que la actual economía lineal de «tomar-usar-desechar» debe transformarse en una verdadera economía circular, basada en una serie de principios clave como la prevención de residuos y la reducción del uso de energía y recursos. Los productos deben diseñarse de forma que se reduzcan los residuos, las sustancias nocivas y la contaminación, y se proteja la salud humana. Los beneficios para el consumidor de una economía circular deben quedar claros, dijeron.

Por ello, los eurodiputados piden que se establezcan objetivos vinculantes para 2030 sobre el uso de materiales y la huella de consumo, que abarquen todo el ciclo de vida de cada categoría de productos comercializados en la UE. Para ello, instan a la Comisión Europea (CE) a introducir en 2021 indicadores de circularidad armonizados, comparables y uniformes para las huellas de materiales y de consumo.

La Comisión de Medio Ambiente también pide a la CE que proponga objetivos vinculantes específicos para cada producto y/o sector en cuanto al contenido reciclado, garantizando al mismo tiempo el rendimiento y la seguridad de los productos en cuestión y que estén diseñados para ser reciclados.

Política de productos sostenibles

Se estima que hasta el 80% del impacto medioambiental de los productos se determina en la fase de diseño. Se prevé que el consumo mundial de materiales se duplique en los próximos cuarenta años, mientras que la cantidad de residuos generados cada año aumentará un 70% de aquí a 2050.

En este contexto, los eurodiputados aseguraron que apoyan firmemente la intención de la CE de ampliar el ámbito de aplicación de la directiva de ecodiseño para incluir productos no relacionados con la energía. E insisten en que se debe presentar una nueva legislación en 2021 que establezca los principios horizontales de sostenibilidad y normas específicas para los productos, de manera que los bienes que se comercialicen en la UE tengan un buen rendimiento, sean duraderos, reutilizables, se puedan reparar fácilmente, no sean tóxicos, se puedan actualizar y reciclar, tengan contenido reciclado y sean eficientes desde el punto de vista de los recursos y la energía.

Otras propuestas clave de los eurodiputados incluidas en el informe son:

• Introducir medidas contra el «greenwashing» y las falsas afirmaciones medioambientales, así como medidas legislativas para poner fin a las prácticas que dan lugar a la obsolescencia programada.
• Defender la etiqueta ecológica de la UE como punto de referencia para la sostenibilidad medioambiental.
• Reforzar el papel de la contratación pública ecológica estableciendo criterios y objetivos mínimos obligatorios.
• Integrar los principios de la economía circular en los planes nacionales de recuperación de los Estados miembros.

El ponente Jan Huitema (Renew Europe, Países Bajos), dijo: «La transición a la economía circular es una oportunidad económica para Europa que debemos aprovechar. Europa no es un continente rico en recursos, pero tenemos las habilidades, la experiencia y la capacidad de innovar y desarrollar las tecnologías necesarias para cerrar los círculos y construir una sociedad libre de residuos. Esto creará puestos de trabajo y crecimiento económico y nos acercará a alcanzar nuestros objetivos climáticos: Todos salimos ganando».

El informe se someterá a votación en la sesión plenaria de febrero.