Liderado por GIRSA, este proyecto cuenta con una subvención estatal de un millón de euros y la participación de la Universitat Politécnica de València, la Universidad de València y la Universidad de León.
La empresa valenciana GIRSA lidera el proyecto Pellet Viu, que investigará cómo convertir los biorresiduos de origen doméstico junto con los restos de poda municipal en fertilizante orgánico para la agricultura ecológica.
En el marco del apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnologia a proyectos innovadores de colaboración publico/privada, el proyecto ha sido dotado con un millón de euros y tendrá una duración de tres años. Contará además con equipos de investigación de la Universitat de València, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de León.
En concreto, el consorcio formado en este proyecto va a investigar los procesos de compostaje de la FORS (fracción orgánica de recogida selectiva) junto con los restos de poda municipal. El objetivo es mejorar el proceso de compostaje y estudiar si se puede parar el proceso de descomposición en una fase temprana para aprovechar mejor los nutrientes en agricultura ecológica.
Finalmente se añadirán bacterias precursoras del crecimiento vegetal y se realizarán pruebas de peletizado, con el fin de reducir el volumen y permitir la aplicación en los campos de forma mecanizada. Todo eso se va a diseñar para dos lineas diferentes de agricultura, la integrada convencional y la ecológica.
Pere Lopez, responsable del área de proyectos de GIRSA, se encargará de gestionar esta acción que ya ha comenzado a andar. En las últimas semanas han llegado a los laboratorios de la Universitat de València las primeras muestras de FORS de las que partirá la investigación.