Alexandra Farbiarz Mas.
Comunicóloga, especializada en Biotecnología y Medio Ambiente.
TERRAQUI. Derecho Ambiental.
Hasta el 20 de enero, ciudadanos y empresas tienen la posibilidad de hacer llegar a la Comisión Europea, sus comentarios relativos a esta nueva hoja de ruta que emana del Pacto Verde Europeo (the European Green Deal) publicado el pasado mes de diciembre por la nueva presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
El Pacto Verde Europeo es uno de los estandartes de la nueva Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen.
Es dentro de este contexto que se presenta esta hoja de ruta que pretende crear un nuevo plan de acción de Economía Circular que será adoptado conjuntamente con la Estrategia Industrial de la UE. Su principal objetivo es el de aumentar rápidamente la circularidad dentro de la Unión Europea, preservando su medio ambiente natural.
Sin embargo, el de uso de materiales en la UE, se ha triplicado en las últimas décadas y se espera que doble en los próximos 40 años. Por otro lado, los materiales reciclados sólo cubren el 12% de la demanda de materiales de la UE. Las limitaciones de la oferta y la fluctuación de los precios de muchos de ellos (en particular de las materias primas fundamentales necesarias para, entre otras cosas, las tecnologías limpias y las aplicaciones digitales, espaciales y de defensa) plantean un desafío estratégico de seguridad a menos que la UE cumpla la ambición del Pacto Verde Europeo.
El desafío pasa por:
- Hacer que los productos que se ponen en el mercado sean más sostenibles, se optimicen el uso de los recursos con los que fueron fabricados y que su huella ambiental disminuya.
- La toma de conciencia por parte de los ciudadanos de cómo impacta su estilo de vida, por lo que deberá proporcionarse más información para que puedan hacer elecciones más sostenibles.
- La disminución de la generación de residuos.
Respecto a la generación de residuos: del 2010 al 2016 aumentaron en un 5% en la UE, la mitad de los residuos municipales se destinan a la incineración (27%) o a los vertederos (23%). Además, millones de toneladas de residuos son exportados fuera de las fronteras europeas generando problemas de impacto ambiental, así como de salud pública.
Urgen mecanismos para el desarrollo de un mercado de materias primas secundarias que realmente sea considerado por los productores. Algunos de estos posibles materiales secundarios se encuentran con la dificultad de que son menos competitivos por precio.
¿En qué se focalizará esta inciativa?
La iniciativa se centrará, principalmente, en:
- Acciones que aumenten el uso sostenible de los recursos, capitalizando el potencial de un mercado interior que funcione bien para apoyar la adopción de soluciones circulares. Esto supondrá reducir el riesgo de posibles medidas nacionales no armonizadas que obstaculicen los objetivos de la economía circular. Para ello, esta hoja de ruta presentará una serie de iniciativas a lo largo del ciclo de vida de los productos y abordará los sectores con uso intensivo de recursos. El nuevo plan de acción incluirá una política de productos sostenibles, para impulsar el diseño, la producción y la comercialización de productos sostenibles.
- Algunos de los problemas que deben abordarse podrían tener vínculos directos con la legislación de la UE sobre productos, consumidores y productos químicos y no se podrían superar sin una acción adecuada a nivel de la UE –por ejemplo, a través de una acción reguladora o la aclaración de la legislación existente–. Establecerá requisitos mínimos para evitar que se comercialicen en el mercado de la UE productos perjudiciales para el medio ambiente e identificará opciones para dar prioridad a la reutilización y la reparación antes del reciclaje.
- En cuanto a la gestión de los residuos, se llevará a cabo un mandato explícito en la nueva legislación de residuos de la UE que requiere una revisión de la legislación existente, así como la consideración de medidas adicionales para nuevos flujos de residuos. Así se garantizará la seguridad jurídica de los operadores económicos, permitiendo el funcionamiento sin problemas del mercado interior y la igualdad de condiciones en términos de protección ambiental y eficiencia de los recursos.
El plan de acción también abordará la necesidad de aumentar la cantidad de residuos tratados a nivel nacional, desarrollando instalaciones de reciclaje de alta calidad y abordando la exportación de residuos. La revisión del reglamento sobre el transporte de residuos será un elemento clave a este respecto.
El nuevo plan de acción fomentará un mercado interior integrado y que funcione bien para las materias primas secundarias, a fin de garantizar que sean seguras, tengan un precio competitivo y sean fiables. Se considerarán las oportunidades de cerrar los circuitos de los materiales biológicos.
Además, el plan de acción identificará medidas para abordar los sectores de alto impacto como el textil, la construcción y la electrónica. También se podría explorar la posibilidad de adoptar medidas específicas en otros sectores pertinentes. En el caso de los plásticos, las medidas se centrarán en particular en los microplásticos, los requisitos de embalaje y los plásticos biodegradables y de base biológica.
- El plan también incluirá medidas para capacitar a los consumidores para contribuir a la economía circular. Una de estas medidas será proporcionarles información fiable, verificable y comparable sobre las características de sostenibilidad de los productos y hacer frente a las falsas afirmaciones ecológicas. La fiabilidad de estas declaraciones medioambientales se garantizará mediante la justificación de las mismas con métodos sólidos.
El plan de acción también tratará de construir un liderazgo europeo a nivel mundial trabajando estrechamente con nuestros principales socios mundiales. Efectivamente, el impacto de las medidas tomadas por China y otros países del sudeste asiático, ponen de manifiesto que la globalización del mercado de los residuos acarrea también problemas de índole internacional que deben responderse a escala mundial. Por otra parte, los productos importados a menudo no respetan las legislaciones europeas por lo que podría poner en peligro la competitividad de los productos fabricados en Europa. Así, pues, es necesaria también una estrategia a nivel global.
Habrá que ver cómo se concretan estas iniciativas que plantean un panorama de cambios legislativos importantes en estos próximos años. Los stakeholders interesados en comentar este planteamiento inicial del nuevo plan de economía circular podrán hacerlo hasta el próximo 20 de enero, aportando sus comentarios entrando en este enlace.