Ecopilas y ERP lamentan este tipo de actuaciones que echan por tierra el esfuerzo de las personas y empresas que participan en el reciclaje de estos residuos, y «traslada una imagen errónea» de su gestión.
Ante la investigación abierta por el Juzgado número 2 de San Lorenzo de El Escorial por la aparición de 800 kilos de pilas enterradas en la Dehesa de los Godonales, en el municipio madrileño de Valdemorillo, los sistemas colectivos de gestión de este tipo de residuos, Ecopilas y ERP, han mostrado su profundo malestar y absoluto rechazo a este tipo de prácticas nocivas para el medio ambiente y la salud. El enclave del hallazgo se encuentra además dentro de una zona protegida incluida en la Red Natura 2000
En un comunicado de prensa, Recyclia, entidad administradora de Ecopilas, ha lamentado «que sigan produciéndose en nuestro país hechos y conductas de este tipo, sobre todo teniendo en cuenta que España es un referente en el tratamiento de este tipo de residuos, así como en los modelos de gestión que se han creado a tal fin, exportados incluso a otros continentes».
En palabras de José Pérez, consejero delegado de Recyclia y presidente de Ecopilas, hechos como este «dinamitan el esfuerzo de ciudadanos, fabricantes y empresas gestoras de residuos que ha llevado a nuestro país a ser considerado un modelo a seguir por sus resultados».
En la misma línea, ERP ha condenado rotundamente este tipo de prácticas, «muy dañinas para el medio ambiente, y que trasladan a la ciudadanía una imagen errónea de la gestión que se lleva a cabo actualmente sobre este tipo de residuos, acorde con las legislaciones española y europea, que se encuentran entre las más exigentes y avanzadas del mundo».
Ambas organizaciones han mostrado además su total respaldo y apoyo a la actuación llevada a cabo por los Agentes Forestales y miembros de la Fiscalía que ha permitido el hallazgo y retirada de estos residuos de pilas y baterías. Igualmente, animan a las fuerzas del orden y a la Administración a perseguir este tipo de conductas de manera decidida y contundente.
Si no se gestionan adecuadamente, las pilas y acumuladores pueden llegar a convertirse, junto a pinturas, disolventes o aerosoles, en el residuo doméstico más peligroso para el medio ambiente y la salud.