La pirólisis es un proceso de reciclaje químico que puede ayudar a resolver el problema de los miles de toneladas de neumáticos que se desechan anualmente en España.
Barcelona acogió entre el 6 y 8 de noviembre pasados la Recovered Carbon Black Conference 2023, un evento anual que sirve como punto de encuentro para explorar los avances más recientes en el ámbito del negro de carbón recuperado.
En esta edición, el enfoque principal se puso en el negro de carbón recuperado a partir de neumáticos usados mediante el proceso de la pirólisis, atrayendo a expertos, profesionales del sector y empresas interesadas. Es el caso de TNU, que está apostando fuertemente por este proceso como una solución para valorizar y reciclar las miles de toneladas de neumáticos fuera de uso (NFU) que se generan anualmente en España.
El negro de carbón, conocido en inglés como “Carbon Black”, es esencial en la fabricación de neumáticos (un 22% de su composición) y se obtiene tradicionalmente de materias primas fósiles. Se compone de partículas de carbono altamente refinadas y se utiliza principalmente para fortalecer el caucho del neumático, lo que mejora su vulcanización y aumenta su resistencia a la tracción, torsión y desgaste. También actúa como pigmento, así como estabilizador de rayos ultravioleta, lo que da como resultado el característico color negro de los neumáticos.
Aunque la mayoría de los proveedores europeos de negro de carbón se encuentran en Ucrania y Rusia, lo que dificulta su distribución debido a la guerra que los enfrenta y a la intención de la CE de bloquear su importación desde Rusia, se puede recuperar negro de carbón a partir del reciclado de neumáticos usados mediante la pirólisis. Este proceso puede resolver también el problema de los miles de toneladas de neumáticos desechados anualmente en España (295.000 el año pasado) y del aumento del precio del negro de carbón, debido a este conflicto internacional.
Además, en respuesta a la propuesta de la Comisión Europea de prohibir el uso de gránulos derivados del reciclaje de neumáticos en césped artificial, con el objetivo de reducir las emisiones de microplásticos, la pirólisis emerge como una alternativa viable para reciclar y valorizar los neumáticos fuera de uso.
La pirólisis de neumáticos usados es un proceso de tratamiento térmico sin oxígeno que descompone el caucho en valiosos recursos. Este proceso genera un 85% menos de CO2 que otros métodos de reciclaje, lo que lo convierte en una fuente de energía limpia. Por cada 10.000 toneladas de neumáticos reciclados mediante pirólisis, se obtienen diferentes recursos:
- 43% (4.300 toneladas) de aceite pirolítico, que se utiliza como combustible o para la producción de energía eléctrica o térmica.
- 41% (4.100 toneladas) de negro de carbón, utilizado en la fabricación de diversos productos petroquímicos.
- 15%-16% (1.500-1.600 toneladas) de gas de proceso, una fuente de energía limpia que se reutiliza para autoabastecer la misma planta pirolítica.
Cuatro plantas pirolíticas en España
En España, Tratamiento de Neumáticos Usados (TNU) y Greenval Technologies, empresa aragonesa pionera en la valorización y recuperación de residuos a través de la pirólisis de neumáticos fuera de uso con tecnología propia desarrollada con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), han firmado un convenio para colaborar en el desarrollo de plantas pirolíticas industriales. TNU proveerá de materia prima, específicamente chips de neumáticos fuera de uso, a las plantas de pirólisis de Greenval Technologies.
Este acuerdo forma parte del plan de inversión de Greenval para construir cuatro plantas pirolíticas en diferentes comunidades autónomas de España. Estas plantas serían las primeras de su tipo en el país y situarían a España a la vanguardia europea en el número de plantas de pirólisis de NFU. Se espera que estén ubicadas estratégicamente cerca de las instalaciones de tratamiento y reciclaje de neumáticos, optimizando los recursos y promoviendo la economía circular. Cada planta tendría una capacidad de tratamiento de 10.000 toneladas de chips de neumáticos fuera de uso al año, con un diseño modular y una inversión total de 12 millones de euros por planta.