Desde que comenzó la crisis sanitaria el Consorcio Provincial de Medio Ambiente empezó a recoger de forma separada estos residuos asimilables a urbanos, que se depositan directamente en el vertedero, sin pasar por el triaje manual.
Desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo y hasta finales de abril, el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos (CTRU) del Consorcio Provincial de Medio Ambiente de Albacete ha recibido un total de 550.520 kilos de residuos asimilables a urbanos procedentes de hospitales, centros de salud y residencias de mayores de toda la provincia.
El Consorcio tomó la medida de separar tanto la recogida como el tratamiento de este tipo de residuos antes incluso de la publicación de la orden ministerial de Sanidad 271/2020, entre otras acciones preventivas puestas en marcha frente a la pandemia de la COVID-19.
Desde el primer momento, la provincia de Albacete, a través del Consorcio de Medio Ambiente y en coordinación con los ayuntamientos, las empresas concesionarias de los servicios de recogida de residuos urbanos en la provincia y la explotadora del CTRU, organizó la recogida diferenciada de aquellos residuos asimilables a urbanos que procedieran de centros sanitarios y asistenciales, tanto de la provincia de Albacete como de los 23 municipios del sur de la provincia de Cuenca que tratan sus residuos urbanos en la mencionada planta.
De esta forma, cuando esos residuos asimilables a urbanos llegan al CTRU de Albacete, se pesan y son derivados directamente al vaso de vertido, ya que otra de las decisiones de seguridad adoptadas fue la de eliminar el habitual triaje manual que se suele hacer de las bolsas, evitando así que los trabajadores entren en contacto con ellas.
Medidas preventivas
Tanto el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Albacete como la gestión de los programas de recogida selectiva siguen funcionando con normalidad, pero incorporado esas y otras medidas de prevención puestas en marcha por el Consorcio a raíz de la crisis sanitaria.
Así, además de haberse eliminado el triaje y el control de calidad manual, los empleados del CTRU cuentan en todo momento con material de protección; se han doblado los turnos de limpieza; se han reorganizado los turnos evitando que los trabajadores coincidan (en los propios cambios y en espacios comunes como comedor, vestuarios, etc.) y se han desinfectado minuciosamente todos los dispositivos del sistema de recuperación mecanizada.
Además, el resto de residuos que entra en la planta (incluidos los envases ligeros) y que no proceden de centros sanitarios ni asistenciales, se mantienen 72 horas en playa de descarga como medida extra de seguridad. Después de ese periodo, pasa a tratarse en la línea automatizada sin que, tampoco en este caso, los trabajadores entren en contacto directo con ninguna bolsa.
Menos fracción resto y más envases
Con los últimos datos disponibles (de marzo) sobre la entrada en el CTRU tanto de fracción resto como de envases ligeros, se ha comprobado un descenso cercano al 10% en la primera y un ascenso en la misma proporción en los segundos. Así, en marzo entraron en la planta 9.282.280 kg de resto (491.340 kg menos menos que el mismo mes del año pasado) y 302.800 kg de envases (41.620 kg más).