Con una inversión de 18 millones de euros, la nueva tecnología permitirá adelantarse a la futura normativa europea sobre emisiones de NOx.
Grupo TERSA está actualmente inmerso en la implementación de un nuevo sistema catalítico en la planta de valorización energética de residuos de Sant Adrià de Besòs, que permitirá ganar eficiencia en el proceso y reducir al mismo tiempo su impacto ambiental sobre el entorno.
Con la implementación de esta nueva tecnología, que ahora mismo se encuentra en fase de construcción y que está previsto que entre en funcionamiento el primer trimestre de 2021, se optimiza al máximo el proceso de valorización energética de los residuos y se avanza en la reducción de emisiones y partículas, estableciendo lindares muy inferiores al marco normativo actual y a las tendencias legislativas a nivel europeo que se prevén en los próximos años.
Con una inversión de 18 millones de euros, se trata de un proyecto estratégico para la empresa, aprobado a finales de 2016 y que “responde al compromiso de innovación y gestión medioambiental con el entrono por tal de disponer de las mejores prácticas y continuar siendo un referente dentro del sector”, según apunta Oriol Vall-llovera, gerente del Grupo TERSA.
Este sistema permitirá a TERSA adelantarse al BREF, la nueva normativa europea obligatoria a partir de 2023, que rebaja el límite de emisiones de óxidos de nitrógeno a 150 mg/Nm3 para las plantas de valorización energética ya existentes. Actualmente la media de las emisiones de la planta de Sant Adrià de Besòs ya se encuentra por debajo de este límite, pero la nueva tecnología permitirá reducir las emisiones de NOx aún más, hasta un 50%, lo que supondrá una tercera parte de las emisiones que fijará la normativa dentro de tres años. Asimismo, el sistema permitirá una mayor reducción de la emisión de partículas.
Tal como explica Gemma Gargallo, directora de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad del Grupo TERSA, «la culminación de esta estructura puntera en tecnología y su puesta en marcha supone dar un paso más adelante para minimizar nuestro impacto y contribuir, como empresa pública, a un desarrollo sostenible «.
En este sentido, hay que destacar que en 2019 la planta, a través del proceso de valorización energética de residuos, generó cerca de 200.000 MWh de energía eléctrica, equivalente al consumo doméstico de una población de 100.000 habitantes durante un año o dos veces el consumo del alumbrado público de Barcelona en el mismo periodo.
A la vez, la instalación se caracteriza por ser la única de España que provee energía térmica (en forma de vapor) a una red urbana de frío y calor para utilizarla como calefacción, climatización y agua caliente sanitaria. En este caso se trata de la red del Foro y del Distrito 22 @, gestionada por Districlima, a través de la cual se da servicio a más de 100 edificios de esta zona de Barcelona, entre ellos el Hospital del Mar o el Campus EEBE del UPC.
Durante el 2019 se suministraron 125.148 toneladas de vapor, un 12% más respecto al año anterior. Además, la red evitó la emisión de 29.792 toneladas de CO2 a la atmósfera, equivalentes a las emisiones de 28.000 desplazamientos diarios en vehículo privado por la ciudad.