La nueva instalación, ubicada en Gipuzkoa, producirá nuevos materiales para la industria a partir de lodos y rechazos de papelote de la industria papelera vasca.
El polígono industrial de Larramendi en Bergara (Gipuzkoa) contará con un proyecto referente a nivel mundial en materia de economía circular: una planta de valorización material de residuos de la industria de producción de papel que producirá cargas minerales ecológicas. Este proyecto, que supondrá una inversión de 20 millones de euros, será posible gracias a la tecnología diseñada por la empresa Greene, que permite transformar en nuevos materiales los residuos procedentes de las papeleras, para que sean utilizados en diferentes sectores industriales y volverlos a introducir en el mercado.
Para el desarrollo de esta planta, denominada Valogreene Paper, Greene ha trabajado junto a la industria papelera de Euskadi para desarrollar un óptimo uso de sus residuos como materia prima dentro del marco de la economía circular. Una vez culminado el estudio, se ha demostrado la viabilidad técnica y económica del proyecto, y se ha obtenido la autorización ambiental del mismo por parte del Gobierno Vasco.
Los residuos generados durante el proceso productivo de la industria papelera van a servir, por tanto, como materia prima. Hasta el momento, el destino mayoritario de los mismos era la eliminación en vertedero. Sin embargo, gracias a la nueva planta, se evitará el envío a vertedero de 122.000 toneladas de material al año y se evitará la emisión a la atmósfera de hasta 150.000 toneladas anuales de CO².
Este proyecto permitirá sustituir materiales no renovables que se emplean actualmente en la industria, por nuevos materiales producidos a partir de lodos y rechazo de papelote que se generan en el proceso de fabricación del papel.
Según explica el consejero delegado de Greene, Juan José Hernández, “con Valogreene evitaremos que estos materiales acaben siendo considerados residuos y que terminen depositados en vertedero, así como limitaremos la contaminación de suelos y aguas freáticas, mitigando gases de efecto invernadero”.
Además, Hernández explica que la tecnología de la planta “nada tienen que ver con la incineración, ya que está basada en un proceso de pirólisis, posterior secado y conversión a carbonato cálcico, que permite tratar los residuos de forma óptima y sostenible, consiguiendo un total autoabastecimiento energético de la planta y la extracción de cargas minerales para su reintroducción en la cadena de valor de muchas industrias. Esto convierte a Valogreene en un auténtico proyecto de economía circular”.
Para la construcción, operación y gestión de la planta, Greene se ha asociado con diferentes inversores de Euskadi y ha creado Valogreene Paper BC, entidad a través de la que se pondrá en marcha esta instalación, que permitirá maximizar la sostenibilidad social, económica y ambiental de la actividad de este sector.
Gracias al proyecto se crearán 45 puestos de trabajo en la zona (entre empleos directos e indirectos durante la construcción de la infraestructura). Está previsto que las obras comiencen en los próximos meses y el proyecto tiene un plazo de ejecución de 18 meses.