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Una vez cumplido su ciclo de vida, la gran mayoría de las cubiertas plásticas se llevan a plantas de reciclaje y se reutilizan hasta en un 80% para elaborar contenedores, mobiliario urbano, bolsas y otros utensilios, según la asociación de agricultores APROA.

La gran mayoría de los plásticos de invernaderos solares se recicla

El modelo productivo de los invernaderos solares en España, caracterizado por el uso de cubiertas plásticas, muchas veces pintadas de color blanco, genera el 7% de los residuos plásticos originados en el país por la agricultura, y el nivel de reciclaje es realmente excepcional. Según explican desde la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (APROA), de las 32.000 toneladas de plástico generadas anualmente por los invernaderos solares de las provincias de Almería y Granada, se recicla el 95%.

La industria de los invernaderos origina dos tipos de residuos plásticos. Por un lado, los que se utilizan para las cubiertas, que tienen una vida útil de entre 3 y 5 años. Pasado este tiempo, son retirados y entregados a empresas gestoras autorizadas donde son valorizados y transformados en granza de LDPE (polietileno de baja densidad) con el que se fabricarán nuevos utensilios, como cajas de campo, maceteros o mobiliario urbano, entre otros. Cada año se generan alrededor de 16.000 toneladas de este tipo de residuos plásticos, de los que se recicla el 100%, según explica Rosa García, técnico del departamento de Agroecología de APROA.

Por otro lado, están los plásticos destinados a la actividad agrícola (plásticos utilizados para la solarización –método natural de desinfección del terrero–, plásticos de acolchado, manta térmica, malla antitrips…). De estos se generan otras 16.000 toneladas anuales, de las que se recicla el 90%.

Estos datos se enmarcan dentro de una campaña de APROA con el objetivo de «aclarar los bulos en torno al reciclaje de los plásticos en el sector de la agricultura en invernaderos solares», según la propia organización.

Si bien las cifras son realmente buenas, aún queda un pequeño porcentaje para conseguir unas tasas de reciclaje del 100%. Desde la asociación se señala la necesidad de impulsar diferentes líneas para conseguirlo, entre ellas, “campañas de información y concienciación a productores y cooperativas, acuerdos con administraciones para mejorar la normativa y sistemas de gestión específicos y que garanticen la trazabilidad del residuo”.

En este sentido, según la experta de APROA, “es necesario establecer un sistema en el que todos los agricultores tengan la obligatoriedad de justificar que han entregado a un gestor autorizado todo el plástico retirado de su explotación de tal manera que la trazabilidad este garantizada”, algo así como un sistema de trazabilidad del plástico, como ya existe en los productos cultivados y su transporte.

Por otro lado, la especialista considera que “los fabricantes y distribuidores de plástico agrícola deberían constituir un sistema de gestión que facilite al agricultor el reciclaje del plástico (la industria del plástico agrícola ya está en ello) y, finalmente, tanto desde las organizaciones agrarias como desde la Administración debemos seguir concienciando a los agricultores y denunciar todas aquellas prácticas que no favorezcan el reciclado del plástico”.

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