La alianza Rethink Plastic acoge con satisfacción la restricción de los microplásticos añadidos intencionadamente en los productos, en particular en los productos de belleza y en los campos deportivos.
El Comité REACH de la Comisión Europea votó el pasado jueves a favor de adoptar la propuesta sobre la restricción de microplásticos añadidos intencionadamente, como en el caso de los productos de belleza o los campos de césped artificial. La alianza Rethink Plastic ha acogido con satisfacción la noticia, pero lamenta que se conceda a las empresas un plazo excesivamente largo para aplicar los cambios necesarios.
Por ejemplo, los productos de maquillaje y cosmética pueden seguir conteniendo microplásticos hasta doce años después de la adopción de la restricción, a pesar de que las empresas de cosméticos han declarado que en el mercado existen alternativas sostenibles y eficaces.
Por otro lado, la alianza considera que permitir la comercialización de microplásticos para su uso en campos deportivos durante ocho años no es razonable, dado el alcance de la contaminación derivada de esta fuente y que las alternativas ecológicas, así como los campos deportivos sin relleno, ya se utilizan en todas las regiones de la UE. La organización considera que las exenciones para los polímeros solubles y biodegradables pueden dar lugar a que se sigan utilizando microplásticos peligrosos.
Según la alianza, cada año se añaden al medio ambiente más de 42.000 toneladas de micropartículas de plástico, lo que provoca múltiples impactos negativos en los organismos vivos y los ecosistemas. Cada vez hay más pruebas de que los microplásticos también suponen un riesgo significativo para la salud humana. La alianza ha estado abogando por la adopción de una restricción totalmente exhaustiva que incluya todos los microplásticos, incluidos los nanoplásticos, y todos los usos no esenciales en su ámbito de aplicación final.
Antes de la adopción oficial de estas restricciones, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE dispondrán de un periodo de examen de tres meses, tras el cual el Reglamento entrará en vigor de forma inmediata. Este Reglamento marca un primer paso crucial para atajar el problema de la contaminación por plásticos en algunas de sus fuentes y puede allanar el camino para normativas más exhaustivas y ambiciosas -como las previstas para los microplásticos liberados de forma no intencionada- en el futuro.