Estudiantes de la Facultad de Diseño e Ingeniería de Barcelona Elisava han ideado una manera de reciclar las partículas de plástico desprendidas por la ropa durante su lavado para obtener pellets y filamentos de impresión 3D.
Tres estudiantes de la Facultad de Diseño e Ingeniería de Barcelona Elisava han obtenido el premio nacional de la última edición del concurso de diseño James Dyson Award gracias a su proyecto para la recuperación y reciclaje de los microplásticos generados por las lavadoras textiles industriales.
El proyecto, denominado FIX y desarrollado por de Maria Mei, Mario Sanz y Núria Fandos, da un nuevo valor a estos residuos, evitando que acaben contaminando el medio ambiente. La iniciativa ha sido una de las destacadas entre las propuestas recibidas este año, diseñadas por más de 200 estudiantes procedentes de 24 universidades y escuelas de diseño de toda España.
“El reto del proyecto surgió como una propuesta de Girbau LAB a nuestra universidad, Elisava”, explica Mario Sanz. “La empresa es consciente del impacto ambiental que tiene la industria de la lavandería y nos propuso la idea de buscar una solución que evitase que los microplásticos acabasen en el caudal de agua. Esta propuesta encajaba completamente con nuestros intereses profesionales e inquietudes ante la crisis ambiental actual y, tras mucha investigación y prototipos, acabamos dando con FIX”, explican los autores del proyecto.
Su primer paso fue realizar una investigación de los residuos utilizando una lavadora y una malla filtrante proporcionada por Girbau LAB, espacio de colaboración creado para añadir valor a través de la innovación impulsado por Girbau, empresa de soluciones para lavandería industrial. De este modo se dieron cuenta de que era un residuo muy difícil de capturar, controlar y gestionar porque contiene una gran variedad de materiales, tanto sintéticos como naturales. Así, decidieron que la mejor forma de evitar que las partículas se liberaran al medio ambiente era encapsularlas utilizando una matriz de plástico reciclable.
“Para llegar al material final hicimos muchísimos prototipos y más de 50 muestras”, comenta María Mei Bellsolà, del equipo de FIX. “Empezamos creando las primeras muestras mediante un horno convencional, y, a medida que íbamos aprendiendo las propiedades y cualidades del residuo y cómo interaccionaba con otros plásticos, fuimos probando otros procesos cada vez más complejos e industriales. Así fue como obtuvimos el material final en varios formatos como pellets y filamento de impresión 3D, de manera que pudiese incorporarse a los procesos industriales actuales”.
El nuevo material está formado por residuos de lavadoras encapsulados (3% en peso), que contienen microplásticos, mezclado con plástico de polipropileno reciclable (97% en peso). De esta forma, las partículas se aglomeran con la matriz de polipropileno, evitando su liberación al medio ambiente y asegurando su incorporación a un sistema de economía circular. “Sería muy interesante seguir investigando cómo aumentar la cantidad de residuos introducidos en la matriz de plástico reciclable y optimizar el material para su industrialización”, avanza Núria Fandos.
Los ganadores del James Dyson Award han recibido el reconocimiento de la institución, así como una aportación económica de 5.700 euros para desarrollar el proyecto. “Estamos muy orgullosos de recibir un premio de este nivel”, añade Fandos. “Es un placer ver que empresas tan importantes como Dyson dan visibilidad a proyectos de estudiantes y les da una oportunidad en el mundo de la ingeniería y la innovación”.