La iniciativa galardonada contempla la recogida y tratamiento de los residuos orgánicos generados en el municipio y su aplicación como compost de calidad, generando a su vez empleo para personas en riesgo de exclusión.
La Red Europea de Desarrollo Rural ha elegido como ejemplo de buenas prácticas un proyecto innovador en Lumbier (Navarra) para la gestión y el reaprovechamiento de residuos orgánicos, desde su recogida y tratamiento mediante compostaje hasta la aplicación posterior del abono obtenido, que desarrolla la empresa de inserción laboral Josenea Bio, en colaboración con la Universidad Pública de Navarra (UPNA). Este reconocimiento obedece no sólo a la reutilización circular de los residuos, que reduce los costes y minimiza la emisión de gases de efecto invernadero, sino también a la integración de políticas sociales, que contribuirán al desarrollo económico de la comarca de Sangüesa. El proyecto cuenta con una subvención europea de 197.962 euros y, en una primera fase piloto, se prevé que genere tres empleos.
El proyecto, en el que también colaboran las consultoras Maestro Compostador y LUAR Ingurumena, contempla la creación de un sistema de recolección y transporte de residuos biológicos en Lumbier, la puesta en marcha de una miniinstalación de tratamiento biológico para dichos residuos en esa misma localidad navarra y una investigación sobre métodos para optimizar el proceso de captación de los residuos orgánicos y su tratamiento y asegurar después el uso del compost obtenido. A su vez, se están impartiendo cursos de formación para capacitar a personas en el desarrollo de este modelo de gestión a nivel local, lo que implica crear una nueva categoría profesional: la de maestro compostador y la de gestor de residuos.
Esta iniciativa está pensada para la comarca de Sangüesa, donde Josenea Bio tiene su finca Bordablanca y cultiva, de forma ecológica, plantas aromáticas y medicinales para su uso posterior en infusiones, cosmética y fitoterapia, para lo que emplea a personas en riesgo de exclusión social y las prepara para su reinserción en el mercado laboral.
Para la puesta en marcha de este proyecto, Josenea cuenta como socio con la Universidad Pública de Navarra, que ya ha comenzado con la fase de investigación del proceso de compostaje y usos del compost. Las conclusiones que se obtengan de esta prueba piloto servirán después para exportar el modelo a otros ayuntamientos y comarcas de Navarra y a otras regiones de España.
BENEFICIOS PARA LA POBLACIÓN
“En mayo de 2018, se aprobó el paquete legislativo de economía circular que obliga a la recogida o gestión ‘in situ’ de los restos orgánicos o biorresiduos que se generan en todos los domicilios de la Unión Europea —explica Inazio Irigoien, responsable de esta iniciativa en la UPNA—. Con este proyecto piloto, estamos desarrollando y optimizando un modelo de gestión, en el propio lugar, de restos orgánicos para conseguir que los beneficios derivados de la correcta gestión de los biorresiduos repercutan directamente y de una manera transparente en la misma población que los ha generado”.
“Esta es una herramienta muy potente para conseguir que las personas participen en la recogida separada de residuos y den el paso de no mezclar en sus casas los residuos orgánicos con los otros como el plásticos, el vidrio o el papel. También estamos aprovechando Lumbier como un escaparate para divulgar y enseñar este modelo descentralizado a personas de diferentes comunidades autónomas”, añade este investigador.
AHORRO ECONÓMICO Y PUESTOS DE TRABAJO
Según explica el director de la asociación laboral Josenea, Jesús Cía Asensio, «el resultado no solo va a ser un ahorro económico por la obtención de un compost clase A, el de máxima calidad, sin químicos ni metales pesados. Además, para nosotros, lo más importante es que nos va a permitir impulsar un nuevo desarrollo económico en la comarca de Sangüesa y crear nuevos puestos de trabajo para las personas en riesgo de exclusión social que trabajan en Josenea”.