Aprovechar la salmuera generada por las plantas de desalinización mediante su empleo en otros procesos agroalimentarios, entre ellos, la elaboración de zumos concentrados. Es la idea que ha desarrollado un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València en el marco del proyecto europeo Bri4food.
La propuesta presentada por los investigadores de la UPV ayudaría a reducir notablemente el consumo energético y los gastos derivados del proceso de obtención de zumos concentrados; al mismo tiempo, contribuiría a disminuir el impacto ambiental generado por las desaladoras como consecuencia del vertido al mar de las salmueras generadas.
La clave del proyecto reside en la aplicación de tecnologías de membrana para la obtención de zumos concentrados empleando para ello la salmuera generada en las plantas de desalación de agua de mar.
«Hoy, la obtención de zumos concentrados se basa en la aplicación de calor, lo que conlleva un elevado gasto energético. Aplicando tecnologías de membrana basadas en el uso de la salmuera de desalación, obtendríamos un zumo concentrado con menor gasto energético así como una salmuera diluida con una concentración similar a la del agua de mar que permitiría su devolución al océano sin generar un impacto medioambiental o su reintroducción de nuevo al proceso de desalación«, explica Ángel Argüelles, investigador del Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo de la Universitat Politècnica de València.
Asimismo, en el marco del proyecto, los investigadores proponen una alternativa para el procesado de la pulpa de los cítricos que se genera durante la elaboración de zumos.
En la actualidad esta pulpa se aprovecha para la elaboración de pellets para alimentación animal, que se obtienen mediante tratamientos térmicos. «Nuestra idea es llevar a cabo un proceso previo de preconcentración mediante tecnología de membranas, aprovechando también la salmuera y que suponga un menor gasto energético«, añade Argüelles.
El proyecto ha tomado como escenario la industria local del zumo, si bien los investigadores destacan que podría aplicarse a otros sectores, tanto nacionales como internacionales, entre ellos las industrias de lácteos.
En el proyecto Bri4food han participado también expertos del Imperial College de Londres y el TNO de Holanda (Organización para la Investigación Científica Aplicada, con sede en La Haya).