El proyecto legislativo pretende así corregir los desequilibrios entre la oferta y la demanda de licencias y estabilizar el mercado de emisiones de gases de efecto invernadero.
La comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo se ha pronunciado a favor de la reforma del sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, según sus siglas en inglés). El objetivo es reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y combatir el cambio climático. El proyecto legislativo aprobado por los eurodiputados a finales del pasado mes de febrero abordará los desequilibrios entre la oferta y la demanda de permisos de emisión y que desincentivan las inversiones verdes.
El sistema de comercio de emisiones es un instrumento para reducir las emisiones industriales de gases con efecto invernadero. Este sistema establece que las plantas de generación de energía, las aerolíneas y otros sectores intensivos en consumo de energía puedan comprar o vender licencias de emisión o permisos para contaminar. Para que la medida coseche frutos, la compra-venta se debería realizar a un precio que anime a las empresas a buscar alternativas para ahorrar energía y reducir sus emisiones.
Sin embargo, en la actualidad, el precio de mercado de estos permisos es muy bajo porque la demanda se ha desplomado por, entre otras razones, la crisis; al mismo tiempo, el suministro se mantiene constante. En 2013, había un exceso de alrededor de 2.000 millones de licencias, que podría alcanzar los 2.600 millones en el horizonte de 2020.
El exceso de oferta rebaja los precios y reduce los incentivos para que las empresas inviertan con objetivos medioambientales. De modo que se ve seriamente comprometida la eficacia del comercio de emisiones para enfrentarse al cambio climático.
Para salir de este atolladero se contempla la creación de una reserva de permisos de emisión que estabilice el mercado. Si el exceso supera un cierto umbral, se retirarán licencias del mercado y se depositarán en la citada reserva. Si más adelante fuera necesario, se podría volver a poner en circulación las licencias previamente retiradas.
El Parlamento Europeo propone poner en marcha a finales de 2018 la reserva para estabilizar el mercado. La Comisión Europea propone dejarla aparcada hasta 2021. Ahora, el siguiente paso es que los eurodiputados y los Gobiernos de la Unión Europea negocien y alcancen un acuerdo definitivo.