El proyecto FARM ha desarrollado una planta piloto que realiza un proceso integral de concentración y reciclaje de metales estratégicos, además de los mayoritarios, presentes en los residuos generados en instalaciones de valorización energética de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
Los metales estratégicos son un grupo de elementos que se encuentran en la Tierra en cantidades muy pequeñas, pero que son críticos para ciertos procesos productivos (electrónica, catalizadores…). En estos materiales se combina su enorme importancia económica con un alto riesgo. Si falla el suministro de los mismos se caería toda la industria productiva que los utiliza, así como la industria accesoria. Por esta razón la obtención de materiales estratégicos a partir de los residuos ha sido reconocida por la “European Innovation Partnership” como un pilar esencial para mitigar este riesgo y asegurar la competitividad de las empresas.
En este ámbito, el consorcio FARM ha desarrollado una planta piloto que realiza un proceso integral de concentración y reciclaje de metales estratégicos, además de los mayoritarios, presentes en los residuos generados en instalaciones de valorización energética de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
Las instalaciones de valorización energética de RSU generan dos tipos de residuos: cenizas de la depuración de la corriente gaseosa (con dos características diferentes) y escorias obtenidas directamente del horno. Las primeras se generan en una proporción de un 3-5% respecto del peso del residuo original, mientras las escorias constituyen un 20% del peso original.
En la actualidad, estos “residuos” básicamente se depositan en vertederos. La tecnología en que se basa la planta piloto desarrollada permite aplicar un proceso integral para reciclar todos los metales contenidos en estas “nuevas materias primas”, tanto los minoritarios de alto valor añadido, como los mayoritarios (Zinc, Plomo, Cobre…).
El proyecto se ha acometido a través del consorcio FARM, que integra los conocimientos científicos, técnicos y de negocio necesarios para evaluar la viabilidad técnica, económica, comercial y ambiental de las soluciones desarrolladas. Urbaser, coordinador del proyecto, ha aportado tanto la materia prima como el mercado potencial y su conocimiento de las instalaciones de valorización energética. El centro tecnológico Tecnalia ha desarrollado tecnologías de valorización basadas en procesos de concentración pirohidrometalúrgicas, y la Universidad Politécnica de Madrid ha estudiado alternativas basadas en tecnologías mineralúrgicas.
El proyecto FARM, que ha finalizado en 2016 y que se ha desarrollado en el marco de la convocatoria Retos-Colaboración 2014 del Ministerio de Economía y Competitividad, ha permitido el desarrollo de esta planta piloto que consigue obtener estos metales de alto valor añadido a partir de los residuos de valorización energética de RSU.