La caracterización de un contenedor de fracción resto en Gijón muestra al público que casi el 95% de lo que tiramos a la basura son residuos reciclables que no deberían terminar en un vertedero.
Cientos de personas participaron el pasado domingo en Gijón en la caracterización de un contenedor de basura, una actividad organizada por EMULSA como cierre de la Semana Europea de Prevención de Residuos.
Durante dos horas un grupo de voluntarios realizaron la caracterización de un contenedor, separando 53 kilogramos de basura y pesando cada uno de los residuos agrupados según los criterios de reciclaje. El objetivo era demostrar cuántos residuos reciclables se tiran al contenedor de basura en masa y acaban en el vertedero en vez de en las cadenas de reciclaje.
Así, se separaron, pesaron y clasificaron los diferentes materiales según su categoría: papel/cartón, envases ligeros, vidrio, aparatos eléctricos y electrónicos, escombros, ropa, materia orgánica…
El resultado fue esclarecedor. Porcentualmente, sólo un 5,6% de los residuos deberían estar en ese contenedor destinado al vertedero; del resto, el 47% corresponde a residuos orgánicos que pueden ser aprovechados mediante su conversión en compost, un 17% a envases, un 13% a papel, un 9,5% a residuos que deberían ir a Puntos Limpios y un 7,5% a vidrio.
Por tanto, según los datos recogidos en el informe final sobre las distintas cantidades de residuos y su distribución siguiendo criterios de reciclaje o reutilización, la mayoría de los residuos que se depositan en ese contenedor no deberían acabar en el vertedero.
Esta caracterización sirvió de punto y final a un programa de más de 30 actividades a lo largo de 10 días, con la participación directa de 3.200 escolares de 8 colegios, y más de 5.000 personas, coordinado por EMULSA en Gijón con motivo de la celebración de la Semana Europea de Prevención de Residuos (EWWR 2015) bajo el lema de “Desmaterialización. Hacer más con menos”.