Investigadores canadienses demuestran que la comodidad para acceder a los cubos de reciclaje es un factor clave para impulsar la separación de residuos en origen.
¿Quiere aumentar las tasas de reciclaje o compostaje? Una reciente investigación de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Canadá, le sugiere que pruebe a acercar los contenedores al usuario.
El estudio, publicado este mes en la revista Journal of Environmental Planning and Management, asegura que colocar los contenedores para los distintos residuos cerca de la puerta de casa permite aumentar drásticamente los índices de reciclaje y compostaje de residuos hasta un 141%. En sus conclusiones destaca que pequeños cambios que faciliten el acceso a los depósitos pueden tener un gran impacto en la conducta.
“Sabemos que la gente se preocupa por el medio ambiente, pero tener el deseo de reciclar o compostar no siempre se traduce en cambios de comportamiento”, dice Alessandra DiGiacomo, autora principal del estudio y estudiante de doctorado en el departamento de psicología de la UBC. “como era de esperar, comprobamos que la gente recicla y composta mucho más cuando se lo facilitamos”.
Así como esta comodidad para el usuario ha demostrado cambios en otro tipo de comportamientos, como la elección de opciones de alimentación más saludables, los investigadores previeron que también podría incrementar comportamientos dirigidos al reciclaje.
Para los investigadores, la gente no necesita más educación sobre la importancia del reciclaje, lo que hace falta es que se lo faciliten
Para probar esta teoría, colocaron contenedores en tres localizaciones distintas: un área general de depósito de basuras (la opción menos cómoda), junto al ascensor en la planta baja de un edificio (una opción más cómoda) y junto a las puertas del ascensor en cada piso del edificio (la opción más cómoda). Los experimentos se llevaron a cabo en tres edificios de apartamentos familiares de un barrio de Vancouver (Canadá), y en dos residencias de estudiantes de la UBC.
Durante diez semanas, los investigadores examinaron y pesaron los residuos depositados en los diferentes contenedores. Y comprobaron que cuando los cubos se colocaban en cada piso del edificio de apartamentos, las tasas de reciclaje aumentaban un 70% frente a la opción de ubicarlos en la planta baja, evitando el envío de 27 kg de residuos a los vertederos al año.
Por otro lado, cuando los contenedores se situaban a solo 1,5 metros de las habitaciones en las residencias de estudiantes, en lugar de colocarlos en la planta baja, los índices de reciclaje y compostaje aumentaron una media del 141%, desviando de los vertederos una media de 20 kg de residuos por persona y año.
Salvar la brecha intención-acción
“Los resultados muestran que cambios menores en el entorno pueden tener un gran impacto en el comportamiento”, dijo el coautor del estudio Jiaying Zhao, profesor del departamento de psicología de la UBC y del Instituto para los Recursos, el Medio Ambiente y la Sostenibilidad.
“La visión tradicional es que tenemos que educar a las personas sobre la importancia del reciclaje y el compostaje, pero nosotros creemos que ese modelo es erróneo porque la gente ya lo sabe”, explica el experto. En este sentido, apunta a que la clave para que adoptemos comportamientos más amigables con el medio ambiente está en “factores simples, como la comodidad”.
Las conclusiones del estudio pueden tener implicaciones importantes para las políticas medioambientales y de gestión de residuos, destacando aspectos singulares del comportamiento humano. Así, aunque la gente quiere hacerlo mejor, asegura Zhao, las intenciones no siempre predicen el comportamiento.
“A esto lo llamamos la brecha intención-acción”, explica el investigador. “Lo que la psicología puede hacer es cambiar un poco el entorno para que nuestras acciones puedan seguir nuestras intenciones. Necesitamos facilitar soluciones y alternativas a las prácticas actuales para ayudar a la gente a reciclar y compostar más”, concluye.