Así lo asegura la Federación Valoriza, que reivindica el papel de los residuos de construcción y demolición (RCD) como modelo de aplicación de Economía Circular.
Los residuos de construcción y demolición (RCD) representan el 30% del total de residuos que se generan en la UE; sin embargo, en España solo un 25% de los RCD producidos se gestionan enplantas autorizadas, según denuncia la Federación Española de Asociaciones de Empresas de Valorización de Residuos de Construcción y Demolición FEAV-RCD, Valoriza RCDs. Esta entidad participó el pasado viernes en el Congreso de Economía Circular en el sector de la Construcción, celebrado en el marco del Barcelona Building Construmat, en la Ciudad Condal. Una feria que pasa por abordar el presente y futuro del sector y que también ha incidido de forma significativa en uno de los pilares que sustentan ya y que perfilan su devenir: la Economía Circular.
El congreso ha servido como punto de encuentro y debate y ha reunido a destacados ponentes tanto de ámbito nacional como internacional. El marco legal a nivel europeo que orquestará el sector, condicionado por las directrices de la Economía Circular, ha sido el punto de inicio de la cita. De hecho, la nueva legislación comunitaria en materia de residuos supone un gran cambio en la concepción de la gestión de residuos, focalizándose en la Economía Circular y potenciando la reutilización.
En el caso de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), la nueva normativa establece que, en 2020, al menos el 70% de estos deben ser sometidos a procesos de valorización y reutilización, disminuyéndose el consumo de áridos naturales y el consiguiente impacto ambiental y consumo de energía en su extracción y elaboración. Una línea que se ha convertido en fundamental para Valoriza RCDs que aboga por la necesidad de la adecuación de la normativa tanto autonómica como nacional a estos principios, de forma especial en lo relativo a la reducción del consumo de materias primas naturales. En este sentido, la entidad participa en numerosos grupos de trabajo con la administración estatal, autonómica y local.
La jornada incluyó una mesa redonda en la que abordar la incorporación de la Economía Circular al sector de la construcción y demolición en España. Moderado por la abogada Gemma Modolell, del Despacho de Derecho Ambiental Terraqui, el debate contó con un nutrido grupo de experto: Jordi Bolea, miembro del Comité Ejecutivo de GBCe y coordinador del Grupo de Economía Circular de GBCe; Manel Casadevall, presidente de la Demarcación de Barcelona del Col•legi d’Arquitectes de Catalunya; Begoña Leyva, directora de Medio Ambiente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC); Jesús Losada, director general de IHOBE; José Portela, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Valorización de RCD (Valoriza RCD) y Josep María Tost, director de la Agència de Residuos de Catalunya.
RCD, valorizables casi al 100%
En su intervención, el presidente de Valoriza, José Portela, recordó que los residuos de construcción y demolición suponen el 30% de los residuos en volumen y peso en la Unión Europea. Desechos que son valorizables en porcentajes cercanos al 100%, una tasa que convierte a los RCD en sinónimo de Economía Circular, ya que el vertido es simbólico, la incineración inexistente y el reciclaje de subproductos obtenidos completo.
El dato más preocupante es que, en España, en torno al 49% de los residuos de construcción y demolición producidos son gestionados de forma incorrecta, ilegal y en muchos casos delictiva generando graves impactos ambientales y paisajísticos, despilfarrando una materia prima necesaria y comprometiendo la existencia misma del sector del reciclado y valorización.
Las empresas que integran la Federación de Asociaciones Valoriza RCDs representan territorialmente a más de 26 millones de habitantes, que con una producción de una tonelada por habitante y año alcanzarían 26 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición. Sin embargo, pese a ello, en las plantas de gestión solo están entrando anualmente una tasa 6,5 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición. Lo que supone que solo el 25% de los residuos que se producen están sometidos a tratamientos en plantas autorizadas.
Por eso, Valoriza RCDs, aboga por un proceso productivo de demolición selectiva, que implique una diferenciación por etapas que permita así la clasificación de los residuos para su valorización y que se ajusta a los principios de reutilización, reducción, minimización de impacto y bajos costes del proceso que definen la Economía Circular.
Fomento del uso del árido reciclado
Otra de las apuestas claves de Valoriza RCDs pasa por el fomento del uso de áridos reciclados. Las plantas de reciclaje producen gran cantidad de áridos reciclados que pueden ser empleados con garantías de seguridad, cuyo uso se encuentra contrastado en numerosos tipos de obras.
Se considera imprescindible la redacción de pliegos técnicos y catálogos de uso por parte de la administración, así como el fomento del empleo de los áridos reciclados en las obras públicas y privadas.
Portela recordó la necesidad de exigir el cumplimiento de las bases especificadas en el Plan Estatal Marco de Residuos (PEMAR) aprobado en 2015. Unas directrices que pasan por la aplicación generalizada de la exigencia de garantizar, al menos, el empleo del 5% de áridos reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición tal y como se recoge en dicho marco legal.
Valoriza RCDs incide también en la necesidad de concienciar a todos los agentes responsables de la valorización de los RCD, de la importancia de reciclar estos áridos evitando los gestores ilegales, persiguiendo el delito ambiental en forma de vertido incontrolado y poniendo las bases para que el concepto de Economía Circular no se quede sólo en una teoría inalcanzable.
Ordenanzas municipales
Precisamente, lograr que la economía circular en el sector de la construcción pase a convertirse en una realidad fue uno de los argumentos esgrimido por el presidente de Valoriza RCDs para insistir en la necesidad de la adecuación de la normativa autonómica y nacional a estos principios.
Además, se vuelve fundamental la aprobación y aplicación de ordenanzas municipales de gestión de residuos, puesto que es habitual la inexistencia de ordenanzas locales de gestión de residuos, de carácter obligatorio desde el año 2008, por el que se regula la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición. Una situación que conlleva, en la mayoría de casos, a la gestión irregular y el vertido incontrolado de gran parte de los residuos generados en los municipios.
El congreso incluyó también una sesión centrada en los proyectos innovadores basados en la economía circular. Un apartado en el que se analizaron proyectos urbanos ajustados a estos preceptos, así como soluciones innovadoras para la recuperación de materias primas a partir de RCD o la sostenibilidad y seguridad en los asfaltos modificados con plásticos reciclados.