La empresa alemana de reciclaje, que confió a STDLER la modernización de su planta, ha incorporado a su proceso una nueva desetiquetadora que permite separar las etiquetas de las botellas de PET, obteniendo un material final de alta pureza.
La empresa RCS, ubicada en la localidad alemana de Werne, Alemania, se dedica al reciclaje desde hace más 40 años. Ofrece soluciones eficientes y sostenibles para la eliminación de residuos industriales gracias a sus tres servicios principales: eliminación de residuos, reciclaje de materias primas y de plástico. Los principios fundamentales de la filosofía de RCS son la sostenibilidad y el uso de recursos respetuoso con el medio ambiente, y están plasmados en todos y cada uno de los aspectos de su funcionamiento, como los procesos avanzados que utiliza para recoger y transformar residuos en materias primas secundarias y devolverlos al ciclo de producción. Estos valores también constituyen la base sobre la que se asienta el servicio que presta a sus clientes, ya que trabaja en colaboración con ellos para desarrollar conceptos respetuosos con el medio ambiente y adaptados a sus necesidades particulares.
Un área estratégica para RCS es el reciclaje de botellas de PET. Con ellas fabrica escamas de plástico para varias aplicaciones y regranulado para el sector alimentario. Esta actividad se centraliza en su planta de clasificación. Allí se separa el PET claro del de color, que suele constituir el 85% del material de entrada, latas de aluminio y materiales férricos, películas y otros materiales. La planta, que tiene una capacidad de 7 toneladas/hora, funciona con un sistema de producción continua y convierte botellas de PET usadas en escamas de plástico alimentario de alta calidad.
La pureza de las escamas tiene una importancia vital, ya que van a usarse para producir distintos productos de plástico; desde fibras de plástico a film y cinta de embalaje, o productos para la industria alimentaria. Para garantizar la máxima calidad del producto de salida, en todos los Big Bag que salen de la planta se analiza la humedad residual, densidad aparente, colores incorrectos y contaminantes, así como la distribución del tamaño de grano y restos de adhesivo.
Modernización total de la planta
RCS lleva años confiando en STADLER tanto para lograr productos homogéneos de alta pureza como para optimizar los procesos de su planta. En palabras de Gerd Francke, director general adjunto de RCS: «En 2005 ya contábamos con un separador balístico de STADLER y, dada la buena experiencia con su tecnología, en 2014 decidimos adquirir otro más».
En 2017, se modernizó toda la planta. Según Alexander Rimmer, también director general adjunto de la compañía: «STADLER nos ofrecía todo lo que queríamos: desde la planificación del proyecto a la construcción y modernización de toda la planta; todo gestionado y desarrollado por ellos. Valoramos especialmente su conocimiento técnico y el soporte que ofrecen durante todo el proyecto. Su asesoramiento fue impecable. Aportaron expertos técnicos que nos aconsejaron no solo en el aspecto tecnológico y de procesos, sino también en la forma de implementarlos de forma que ambos se adaptasen a nuestras necesidades técnicas y se convirtiesen así en buenas soluciones para nuestros problemas concretos».
Cumplir con los ajustados plazos y finalizar el proyecto a tiempo fue un requisito imprescindible para RCS. «Para decantarnos por STADLER en particular nos convenció que STADLER fuese capaz alinear el proyecto con nuestros plazos para así poder cumplir nuestras expectativas. Fue fundamental», continúa Alexander Rimmer.
La modernización de la planta de clasificación ha supuesto multitud de ventajas, no solo en cuanto a la calidad del material de salida, sino también en lo relativo a funcionamiento y costes operativos, o a la satisfacción de los directores de RCS: «La ventaja más importante fue una mejora triple en la cantidad, la calidad y la rentabilidad. Además, se han simplificado los procesos para los trabajadores. Los equipos STADLER son muy duraderos y, por ello, necesitan menos mantenimiento. Debido a la modernización y al mantenimiento reducido, podrían aún optimizarse tanto los costes como los flujos de trabajo».
Nueva desetiquetadora de STADLER
La industria del reciclaje se encuentra en permanente evolución ya que los tipos de embalajes empleados por los fabricantes evoluciona de forma constante. Este es el caso de las botellas de PET que, cada vez con más frecuencia, incorporan un envoltorio de plástico o etiqueta.
Y así surge una nueva necesidad para RCS. Según explica Alexander Rimmer, «para optimizar la clasificación y lograr una mayor calidad para nuestros clientes, debíamos separar etiquetas y botellas de PET antes de llevar a cabo el proceso de clasificación».
RCS acudió una vez más a STADLER en busca de una solución que permitiese cumplir con este objetivo: «Con la desetiquetadora STADLER, se extraen bien las etiquetas. Además, las botellas de PET sufren menos daños que con otras soluciones de otros fabricantes asegurándonos una menor abrasión fina», concluye Alexander Rimmer.
La desetiquetadora de STADLER, lanzada al mercado en 2019, elimina las etiquetas de todo tipo de botellas y logra una calidad homogénea en hasta el 80% de los casos. Esta máquina procesa flujos enormes de hasta 9 toneladas/hora, según el tamaño de las partículas y la composición del material. Destaca por su robusta construcción, propia de los equipos STADLER, es altamente resistente a las impurezas en el flujo de material. Todas estas características le otorgan una gran durabilidad y aseguran excelente rendimiento durante todo el ciclo de vida del producto.
La planta de clasificación de PET de RCS ha estado utilizando la desetiquetadora de STADLER, que ha demostrado ser una solución eficaz: «Estamos satisfechos con la desetiquetadora porque requiere menos mantenimiento y su rendimiento se adapta al de la planta. En esta máquina, las cuchillas sufren menos desgaste y es menos susceptible a impurezas tales como el aluminio o la madera. Además, no daña las botellas de PET. Con la desetiquetadora de STADLER se pueden retirar las etiquetas de las botellas antes de realizar la clasificación y gracias a esto podemos garantizar un nivel de pureza muy alto de forma constante», concluye Alexander Rimmer.
La duradera relación de STADLER y RCS es un buen ejemplo de cómo afronta STADLER el servicio al cliente. Tal como explica Willi Stadler, director general del Grupo: «Estoy orgulloso de llevar años trabajando codo con codo con RCS. Juntos hemos construido una estrecha colaboración que nos ha permitido seguir apoyándole a medida que surgían nuevas oportunidades que permitían evolucionar su negocio. Juntos hemos logrado anticiparnos a las cambiantes necesidades del mercado y encontrar soluciones eficaces para su actividad. Estoy seguro de que el futuro les deparará nuevos retos y que, de nuevo juntos, lograremos superarlos».