Los innovadores biocomposites obtenidos a partir de residuos de poda son demandados por sectores como la automoción, construcción, industria aeroespacial o packaging, gracias a sus ventajas como ligereza, resistencia y sostenibilidad.
Andaltec Centro Tecnológico ha comenzado el proyecto de I+D ReBiOl, centrado en el estudio técnico y económico de las distintas opciones para la revalorización de materiales compuestos poliméricos reforzados con fibra natural proveniente de residuos de la poda del olivar.
Esta iniciativa, que ha sido aprobada dentro de la convocatoria Torres Quevedo, se enfocará en comparar la reciclabilidad mediante procesos termomecánicos, para obtener plástico reciclado, y termoquímicos, para producir gas de síntesis, biocombustibles líquidos, hidrógeno y biochar, a partir de estos biocomposites. La investigación dirigida por Sofía Jurado analizará, desde un punto de vista técnico y económico, cuál es la opción más conveniente al final de la vida útil del producto fabricado con estos materiales, tras varios ciclos de reciclaje termomecánico.
Estos innovadores biocomposites son demandados principalmente por sectores como la industria de la automoción, construcción, industria aeroespacial, packaging, muebles y deportes, gracias a sus ventajas como ligereza, resistencia y sostenibilidad. También son utilizados en la industria naval y electrónica para reemplazar plásticos y otros materiales convencionales, reduciendo la huella ambiental. Estos sectores los valoran por su capacidad de mejorar la eficiencia energética y disminuir el uso de materiales no biodegradables, promoviendo una economía más circular.
Andaltec, que está situado en la provincia de Jaén, pretende también reutilizar un residuo como la poda de olivar, que anteriormente se quemaba generando gases contaminantes. Además, este proyecto ayudará a crear una nueva fuente de ingresos para los agricultores de la principal zona de producción de aceite de oliva del mundo, donde existen más de 65 millones de olivos.
El centro tecnológico cuenta con experiencia en el uso de restos de poda de olivar para desarrollar biocomposites gracias a su participación en proyectos europeo como LIFE Comp0live. Esta iniciativa, que finalizó hace unos meses con excelentes resultados, logró valorizar la poda del olivar para convertirla en una materia prima con potencial para ser introducida en las matrices poliméricas y mejorar sus propiedades, reduciendo además el impacto ambiental.
De esta forma, se crearon tres nuevos modelos de negocio utilizando el innovador biocomposite desarrollado para la fabricación de componentes de automoción, mobiliario urbano y muebles para el hogar. El proyecto aporta numerosos beneficios, ya que permite la sustitución de material de origen fósil por otros más sostenibles. También se evitan las emisiones provocadas por la quema de la poda del olivar.