El sector pide a las autoridades europeas que se distinga claramente en el régimen jurídico entre los «flujos de residuos problemáticos» y las materias primas procedentes del reciclaje, etiquetadas actualmente como residuos no peligrosos.
Casi 300 federaciones nacionales europeas y empresas del sector del reciclaje han lanzado una advertencia a los líderes de la Unión Europea sobre los efectos potencialmente desastrosos de una restricción general de las exportaciones de materias primas procedentes del reciclaje en el próximo Reglamento sobre el traslado de residuos.
En la actualidad, estas materias primas recuperadas están etiquetadas como residuos no peligrosos según la legislación de la UE y, por tanto, se verían afectadas por cualquier reglamento que establezca una prohibición general de los residuos.
De hecho, la industria defiende que las materias primas procedentes del reciclaje no son residuos, sino productos de alta calidad con una huella de carbono verde. Son materiales recuperados de productos antiguos que se destinan a la fabricación de otros nuevos y, como tales, son un componente esencial de la economía circular de Europa y de la comunidad internacional.
Así, el sector ha pedido por carta a los responsables de la Comisión Europea, del Parlamento Europeo y de la Presidencia eslovena del Consejo que se distinga claramente en el régimen jurídico entre los «flujos de residuos problemáticos» y las materias primas del reciclaje, que cumplen las especificaciones de calidad.
Mientras que los recicladores europeos apoyan totalmente las restricciones a la exportación de residuos no procesados, como los residuos electrónicos y los vehículos fuera de uso, a lugares que carecen de infraestructuras para un tratamiento adecuado, las materias primas recuperadas que pueden utilizarse para sustituir las que son extraídas de la naturaleza no deberían estar sujetas a las mismas normas sobre restricciones a la exportación.
«Las materias primas procedentes del reciclaje son materiales intrínsecamente respetuosos con el clima y circulares, que se cotizan y comercializan a nivel mundial como materias primas. Los recicladores europeos suministran materiales de calidad tanto a la industria europea como a la mundial. Someter a los materiales recuperados -que siguen estando clasificados como residuos no peligrosos- a restricciones de exportación supondrá una amenaza vital para los recicladores europeos, ya sean pymes o grandes empresas multinacionales, en ausencia de mercados finales asegurados para los materiales circulares en la UE», subrayó Cinzia Vezzosi, presidenta de EuRIC.
En su opinión, estas restricciones de traslado «darán lugar a un recorte masivo de puestos de trabajo ecológicos y frenarán de forma duradera el crecimiento de uno de los sectores más dinámicos de Europa, sin obtener beneficios medioambientales. Peor aún, con la importación sin trabas de las materias primas extraídas en Europa, la competitividad de los materiales reciclados caerá y, por lo tanto, se perderá el incentivo para recoger, reciclar e invertir adecuadamente, poniendo en riesgo la capacidad de alcanzar los actuales objetivos de reciclaje establecidos por la legislación».
Con solo el 12% de las materias primas utilizadas procedentes del reciclaje, la industria de la UE sigue siendo mayoritariamente lineal, en lugar de circular. Por ello, la industria del reciclaje insta a las autoridades europeas a que las restricciones a la exportación previstas en el Reglamento de traslados revisado se dirijan únicamente a los flujos de residuos problemáticos, ya que una solución «única» en la que no se distinga entre estos y las materias primas del reciclaje que pueden utilizarse directamente en las cadenas de valor circulares irá en contra de los propios objetivos del Green Deal de la UE.
Igualmente, reclaman una defensa del comercio libre y justo de materiales recuperados, que consideran esencial para la competitividad de la industria europea del reciclaje. Así, restringir las exportaciones de materias primas que cumplen con las especificaciones de calidad basadas en su clasificación de residuos tendría un impacto significativo en la competitividad de la industria europea del reciclaje.
Finalmente, el sector pide que se aplique un marco legislativo estable con una clasificación adecuada para las materias primas procedentes del reciclaje e incentivos para recompensar los beneficios medioambientales de los materiales circulares, así como obligar a su uso en la fabricación de nuevos productos.