Cicloplast presentó ayer los resultados del estudio anual de reciclado de envases plásticos en los hogares españoles, que crece por encima del aumento del consumo, lo que la entidad achaca a una mayor concienciación ciudadana.
España mantiene, un año más, la tendencia creciente en el reciclado de envases plásticos domésticos, que en 2019 alcanzó un total de 616.736 toneladas, cifra que supone un 8% más que en el año anterior, según los últimos datos presentados por Cicloplast, entidad creada por la industria del plástico para impulsar la gestión sostenible de este material al final de su vida útil.
Este aumento no está relacionado directamente con un mayor consumo ya que según datos del INE, el consumo en los hogares sólo aumentó un 1,1%, por lo que el incremento respondería mayoritariamente a la mayor concienciación ciudadana en materia de reciclaje.
En 2019, cada ciudadano español separó para su reciclaje 13,2 kg de envases plásticos procedentes del hogar, casi 1 kg más por habitante que el año anterior y diez más que en el año 2000.
Por Comunidades Autónomas, prácticamente todas han aumentado el reciclado de envases plásticos domésticos, estando seis de ellas por encima de la media española: Comunidad Valenciana (16,4 kg/hab), País Vasco (15,3 kg/hab), Canarias (14,8 kg/hab), Andalucía (14,5 kg/hab) Cataluña (14,4 kg/hab), y Castilla‐La Mancha (13,2 kg/hab).
En el ranking europeo, España sigue estando a la cabeza en el reciclado de plásticos del hogar, siendo además uno de los países que más ha crecido. Así lo indica el informe 2018 de EPRO (European Plastic Recycling and Recovery Organization), que sitúa en primer lugar a España (12,3 kg/hab) superando a países como Alemania (11 kg/hab) Italia (10 kg/hab), Reino Unido (8,1 kg/hab) o Francia (4,4 kg/hab), entre otros.
La tendencia creciente de 2019, se ha visto también reflejada en los últimos meses, según el estudio realizado por Ecoembes sobre sostenibilidad, compromiso ambiental y reciclaje postcovid, que indica que la población está más concienciada desde que se decretara el estado de alarma y son más de 2,5 millones de españoles (el 6,7% de la población) los que declaran que han empezado a separar, para su posterior reciclaje, incorporando este nuevo hábito en su día a día.
Para Cicloplast, estos datos reflejan el buen funcionamiento del contenedor amarillo, ya que recoge todo tipo de envases de plástico domésticos y, además, se ha extendido la recogida selectiva fuera del hogar, alcanzándose los 44.000 puntos de recogida en oficinas, colegios, aeropuertos, etc.
Además, el contenedor amarillo ha incorporado una novedad: el sistema de incentivos Reciclos, que ya se ha implantado a nivel piloto en municipios de Cataluña, Baleares y La Rioja y se irá incorporando en toda España en los próximos años. Esta iniciativa tiene el objetivo de movilizar a la sociedad a través de la tecnología, con incentivos sociales y premios al ciudadano para aumentar la recogida selectiva de botellas de plástico de bebidas y latas.
España alcanza el objetivo europeo de reciclado para 2025
Por segunda vez en España, la cifra de toneladas de plástico reciclado de todas las aplicaciones (no solo envases) supera a las que se depositan en vertedero. En 2018, el número registrado de toneladas recicladas de plástico ha sido de más de un millón (1.076.962 toneladas), lo que supone un índice de reciclado de este material del 42%, según el informe anual estadístico que realiza Cicloplast en colaboración con Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico).
Teniendo en cuenta todos los envases (domésticos, comerciales e industriales), en 2019 España ya ha alcanzado el índice de reciclado del 50,7% superando el objetivo marcado por la Unión Europea del 50% en 2025. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Europa cambiará el año que viene la metodología de cálculo del reciclado de plástico por lo que se espera que los índices de reciclado de todos los Estados miembros disminuyan.
En opinión de Isabel Goyena, directora general de Cicloplast, “los resultados de reciclado de plásticos en España son notables, y el ciudadano y las empresas deben estar informados de estos resultados positivos, para seguir colaborando. La industria sigue trabajando en innovación, en reciclabilidad y nuevos procesos de reciclado y la administración debe promover la demanda de productos con plástico reciclado, mediante medidas económicas como desgravaciones fiscales al uso de este material, además de un incremento de tasas al depósito en vertedero”.
Por otro lado, añade Goyena, “es fundamental seguir trabajando en educación y evitar que los residuos terminen en lugares inapropiados. Un ejemplo lo tenemos con las mascarillas, que en ocasiones terminan en el suelo. Estos residuos siempre deben ir al contenedor de resto.”
El sector rechaza el impuesto al plástico
La plataforma EsPlásticos, que aúna los diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos, y de la que Cicloplast es socio fundador, apoya el objetivo general de la propuesta del anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados de reducir los residuos abandonados en el medioambiente y fomentar la economía circular. Sin embargo, considera que algunas de las medidas propuestas para el sector no son las más adecuadas.
Según un comunicado de Cicloplast, para la industria del plástico, el impuesto a los envases de plástico no reutilizables regulado en el anteproyecto es «desproporcionado y discriminatorio», con un valor impositivo de 0,45 €/kg que «supone aproximadamente el 50% del coste actual de la materia prima». Y recuerda que «los envases plásticos ya asumen un punto verde que financia la gestión de sus residuos que ha alcanzado los 0,85 €/kg para muchos plásticos, con subidas de hasta un 70% en solo 2 años motivadas porque estamos reciclando mucho más».
Ningún otro material ha sido gravado con este impuesto, por lo que el sector considera que no se fomentará la reutilización, sino el uso de envases de un solo uso de otros materiales más pesados, sin haber hecho la correspondiente evaluación de impacto ambiental.
Poniendo como ejemplo la pandemia provocada por la COVID‐19, durante la cual el sector de los plásticos ha tenido que responder al abastecimiento de sectores esenciales (médico‐hospitalario, alimentación, abastecimiento de agua…), Cicloplast considera que «ha quedado demostrado que es fundamental que España tenga un sector industrial potente que pueda hacer frente a todas las necesidades sin depender tanto de la producción exterior. El impuesto pone en peligro esta industria local y nos hace menos competitivos frente a otros países».
Life EPS‐SURE, proyecto para el reciclaje de EPS
Recientemente ha culminado el proyecto Life EPS‐SURE tras tres años de investigación con éxito: las cajas de poliestireno expandido (EPS), conocidas como corcho blanco, que se utilizan como envase para almacenar, transportar y presentar productos frescos como el pescado, pueden transformarse en nuevos envases de PS aptos para contacto con alimentos, como el envase de yogur, gracias a un innovador proceso de reciclado.
Este proyecto ha demostrado que, los envases obtenidos del poliestireno reciclado procedente de la caja de pescado serían inocuos y seguros para su uso en aplicaciones de contacto alimentario, además de producir un gran beneficio ambiental.
Los resultados del proyecto son muy destacables y contribuyen a la posible apertura futura de nuevos mercados de materiales reciclados con calidad contacto alimentario, evitando que estos residuos acaben en el vertedero o impactando al medioambiente por el abandono irresponsable de los residuos (littering).