La plataforma digital conecta a los distintos agentes necesarios para conseguir que se dé una segunda vida a los residuos generados por diversos sectores industriales.
La startup vasca recircular trabaja con las empresas analizando e informándolas sobre las oportunidades de valorización de los residuos que generan, conectándolas con otras empresas que los pueden utilizar en sus procesos productivos como materias primas. Es lo que se denomina simbiosis industrial. Esto permite lograr un ahorro en los costes derivados de la generación de residuos, y al mismo tiempo, medir los beneficios ambientales y sociales que generan a través de su valorización.
Recircular lleva dos años y medio realizando proyectos en este ámbito con empresas de diferente tipología y tamaño a nivel europeo. Esto le ha permitido invertir en la nueva plataforma digital, que comienza ahora su andadura en fase beta, con la pretensión de mejorar el sistema antes de su lanzamiento a todo tipo de usuarios el año que viene.
La empresa pretende así convertirse en la plataforma de referencia para la valorización de residuos industriales, primero a nivel estatal para luego llegar a toda Europa. “Queremos introducir sostenibilidad e innovación social en el ADN de las empresas”, sostiene Patricia Astrain, CEO de la firma.
Donde más valor puede aportar esta iniciativa es en los residuos complejos y mezclas de materiales, que actualmente no tienen una solución clara y acaban en vertederos o incinerados. No obstante, también añade valor visibilizando pequeñas cantidades de residuos y digitalizando los procesos de reciclaje de residuos habituales como metales, RAEE, etc.
En este contexto, recircular ha trabajado con residuos de producción de tampones, de gel de baño, con retales de cuero del sector del automóvil, residuos de producción de cerveza, textiles, madera… Su labor consiste en detectar posibles formas de reutilización de estos materiales desechados. En el caso de los tampones, por ejemplo, colaboraron con otra empresa que reutiliza esa viscosa para un material que se puede utilizar en el sector de la construcción o en el de mobiliario. Los retales de cuero, por ejemplo, pueden aprovecharse para hacer zapatos. En otros casos más complejos, sin embargo, se necesita una tecnología que separe los materiales para después poder tratarlos de forma individual.
“Tenemos la suerte de estar viviendo un momento en el que el tema medioambiental y el de economía circular están en boca de todos y esto se traslada también al ámbito empresarial e industrial”, añade Astrain. Ese interés por tener un impacto positivo en el entorno, no solo en el nivel ambiental sino también social, les ha sido propicio.
Así, a través de la plataforma digital, conectan a los distintos agentes que son necesarios para conseguir que se dé una segunda vida a esos residuos. La empresa aspira a tener un alcance multisectorial, es decir, a abarcar la mayor variedad de residuos posible. Su diferenciación radica en la generación de conocimiento y conexión, el traslado de información a las empresas acerca de las oportunidades de valorización de residuos y la medición de su impacto económico, ambiental y social.