Trece barrios de Valencia se sumarán durante los meses de noviembre y diciembre al servicio de recolección separada de biorresiduos, que en 2020 se extenderá ya a toda la ciudad.
El Ayuntamiento de Valencia ampliará el servicio de recogida selectiva de residuos orgánicos (restos de comida o de jardín), implantado en diferentes zonas y puntos de la ciudad, con la instalación de 655 nuevos contenedores marrones en 13 barrios. El objetivo de esta acción, que se llevará a término durante los meses de noviembre y diciembre, es acercar este recurso a 150.000 habitantes más de la ciudad, que también contarán con más contenedores de recogida selectiva cerca de sus hogares y nuevos contenedores adaptados para personas con movilidad reducida. Esta iniciativa se completará con la campaña de sensibilización «València Recicla», «que pretende concienciar a la ciudadanía de la importancia de la separación de los residuos en origen».
El concejal de Ecología Urbana y vicealcalde, Sergi Campillo, dio cuenta ayer de los datos de la tercera fase de la Campaña de Recogida Selectiva y Orgánica, iniciada en noviembre de 2016. Con la primera intervención «el servicio se acercó a 55.000 habitantes, y en la segunda fase a otras 350.000 personas, hasta llegar al 51% de la población», explicó el regidor. «A partir de ahora el contenedor marrón estará al alcance del 69,25% de la ciudadanía y en 2020 la recogida de restos orgánicos se podrá gestionar en toda la ciudad, incluidos los pueblos de Valencia», añadió.
Paralelamente a la instalación de estos contenedores, se informará la ciudadanía. Así, equipos de educación ambiental se acercarán a los diferentes barrios para explicar el tipo de residuos que tiene que ser depositado en el contenedor marrón (restos de comida, de jardinería, cortezas, restos de papel manchado…), «así como las ventajas del nuevo modelo de recogida selectiva y sus beneficios medioambientales, sociales y económicos».
El vecindario también recibirá un kit completo de herramientas que facilitan el reciclaje. Entre estas habrá un cubo marrón de diez litros para la separación de los residuos orgánicos en la cocina, un rollo de bolsas compostables, embudos pera reciclar el aceite y compost hecho con materia orgánica reciclada.
Menos contenedores de fracción resto
Los residuos de materia orgánica recuperados mediante la recogida selectiva se transforman en compost, para aplicar en el suelo como compuesto orgánico en las tareas agrícolas o de jardinería. El concejal detalló que durante el año 2019, hasta septiembre, se han reciclado en Valencia 7.655,85 toneladas de residuos domiciliarios y 807,92 toneladas de los grandes productores como son mercados y comercios.
Según anunció el concejal, el objetivo «es, por un lado, reducir el número de contenedores de color gris, donde se acumulan los residuos que no son reciclables, y por otra parte, incrementar las campañas de civismo». En este punto, Sergi Campillo reflexionó «sobre la responsabilidad del vecindario, tanto en el momento de depositar sus residuos en el contenedor adecuado, como a la hora de alertar en el Ayuntamiento ante cualquier infracción y, así, colaborar en el mantenimiento y limpieza de la ciudad».
COMPRAVENTA DE EMISIONES GRACIAS AL RECICLAJE
Por último, Sergi Campillo anunció que la concejalía de Gestión Sostenible de Residuos Urbanos y Limpieza del Espacio Público ha presentado un proyecto municipal al Ministerio para la Transición Ecológica que contempla la compraventa de las emisiones contaminantes a la atmósfera que se ahorran gracias a los procesos de recogida selectiva y reciclaje de materia orgánica.
Las emisiones están valoradas en 9,7 €/tM, y con las reducciones de CO2 estimadas gracias al reciclaje de los biorresiduos, se prevé una reducción de emisiones de CO2 de 5.075 tM cada el año.