Según su consejero delegado, José Pérez, los sistemas integrados de gestión garantizan la recogida y correcta descontaminación del mayor volumen de residuos y la máxima recuperación de los materiales reutilizables.
José Pérez, consejero delegado de Recyclia, reivindicó la semana pasada ante la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado el modelo colectivo de gestión de residuos electrónicos –los Sistemas Integrados de Gestión (SIG)– como el más eficaz para conseguir los objetivos de recogida establecidos en el nuevo Real Decreto sobre RAEE, aprobado el pasado 20 de febrero.
Según explicó José Pérez, en España se recogen actualmente 3,2 kilos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), frente al objetivo obligatorio de 4 kilos que mantiene el RD 110/2015 para este año, aunque éste deberá aumentar progresivamente hasta el 65% del peso medio de los aparatos introducidos en el mercado o el 85% de los residuos generados a partir de 2019. A ello, añadió que el crecimiento de los RAEE es tres veces más rápido que el del resto de los residuos urbanos.
“Este contexto explica la vital importancia de la consolidación de un modelo de gestión como el de los SIG, que garantiza la recogida y la correcta descontaminación del mayor volumen de kilos de estos residuos y la máxima recuperación de los materiales reutilizables, además de contar con un gran respaldo ciudadano”, defendió Pérez.
De hecho, según los últimos datos de la Oficina de Coordinación de RAEE, en 2013, los SIG superaron ampliamente el objetivo de 4 kilos por habitante en ciertas categorías de aparatos. Así, los sistemas colectivos gestionaron el 43,2% del total –en peso– de aparatos de frío puestos a la venta ese año y el 107% de los monitores y televisores, cifra que triplica el objetivo obligatorio.
El consejero delegado de Recyclia destacó que el sector de la gestión de residuos es el mayor generador de empleo verde en España, con una representatividad del 27%. Igualmente, resaltó que el correcto tratamiento y reciclaje de los residuos genera entre cinco y siete veces más empleo que la incineración y diez veces más que el depósito en vertedero.
Malas prácticas
Por último, José Pérez puso de relieve algunas de las deficiencias y malas prácticas que frenan el crecimiento de los RAEE gestionados en nuestro país. Entre ellas, destacó el aumento de los flujos paralelos –especialmente en el caso de los residuos con valor positivo–, la escasez de mecanismos de control para acabar con los robos en puntos limpios, y la competencia desleal de fabricantes que no se responsabilizan de la gestión de sus productos al final de su vida útil.
Asimismo, planteó la necesidad de establecer unos criterios homogéneos en la contabilización y la trazabilidad de los diferentes flujos legales de residuos y simplificar los trámites administrativos, de manera que ello facilite el control real y se eviten gastos innecesarios a los actores de la cadena de recogida y reciclaje.
La comparecencia de Recyclia en el Senado forma parte de las ponencias de estudio para la evaluación de diversos aspectos en materia de residuos y el análisis de los objetivos cumplidos y la estrategia a seguir en el marco de la Unión Europea, constituida en el seno de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático.