Aunque el flujo de residuos ha descendido, se sigue produciendo en ciertos ámbitos, tales como comercios de alimentación, tiendas de informática o servicios de reparación de electrodomésticos.
Las cuatro fundaciones medioambientales integradas en Recyclia (Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolum y Ecopilas) atienden más de 800 solicitudes semanales de retirada de residuos electrónicos y pilas desde que comenzó el estado de alarma decretado por el Gobierno, el pasado 14 de marzo.
Recyclia, que acaba de hacer públicos estos datos, valora muy positivamente esta cifra, sobre todo teniendo en cuenta el descenso en los flujos de residuos que ha impuesto la situación actual de confinamiento, la reducción de la movilidad de los ciudadanos y el hecho de que numerosas comunidades autónomas hayan cerrado los puntos limpios municipales.
Según Recyclia, aunque el flujo de residuos ha descendido, se sigue produciendo en ciertos ámbitos, tales como tiendas de alimentación, en el caso de la retirada de pilas, y de otros establecimientos comerciales considerados servicios básicos, como, por ejemplo, tiendas de informática o servicios de reparación de electrodomésticos. Asimismo, se sigue generando residuo profesional en aquellas empresas e instalaciones pertenecientes a sectores que mantienen su actividad.
Desde la declaración del estado de alarma, la fundación que más solicitudes ha gestionado, con un 37,9%, ha sido Ecoasimelec (encargada de la retirada de todo tipo de aparatos, desde un teléfono móvil hasta un escáner médico), seguida por Ecofimática (equipos ofimáticos y de impresión), con un 28,4%, y Ecopilas, con un 21,2%. Por lo que se refiere a consumibles de impresión y aparatos de iluminación, las solicitudes recibidas por la iniciativa Tragatóner/Tragatinta y la fundación Ecolum han supuesto el 7,3% y el 5,2% del total, respectivamente.
A este respecto cabe señalar, especialmente, la intervención de Recyclia en la retirada de aparatos electrónicos en desuso en hospitales y otras instalaciones sanitarias en las últimas semanas, con el objetivo de habilitar más espacios para la atención de pacientes.
Según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “como sector esencial, mantenemos en marcha nuestra red logística y de gestión en planta para atender los flujos de residuos por pequeños que sean. Además –añade Pérez–, estas cifras de retiradas demuestran que tanto los ciudadanos como el tejido empresarial de nuestro país mantienen su compromiso con el reciclaje en un momento con tantas limitaciones y reducción de la actividad económica y del consumo”.
Por último, Recyclia recuerda a los usuarios la importancia de almacenar los residuos electrónicos y las pilas a la espera de depositarlos en el contenedor correcto cuando las circunstancias lo permitan y garantizar así su reciclaje. En este sentido, la entidad prevé que la actual ralentización de los flujos, y aunque se produzcan repuntes una vez superada la crisis, hará difícil alcanzar los objetivos de reciclaje marcados para este año, aunque Recyclia garantiza la disposición de los medios necesarios para responder de forma rápida y eficaz una vez superada la pandemia.