El pasado lunes se presentó en el Aquarium de Donostia el proyecto Redcycle, una iniciativa llevada a cabo desde la marca Ternua y OPEGUI, la Organización de productores de pesca de bajura de Gipuzkoa, y que ha contado con el apoyo de Gobierno Vasco.
El proyecto Redcycle, que nació en 2015, consiste en la recogida de redes de pesca en desuso por parte de las cofradías vascas de Bermeo, Getaria y Hondarribia, y su transformación en hilo para la elaboración de prendas técnicas sostenibles. Concretamente, en 2016, se recogieron 12 toneladas de redes abandonadas con las que Ternua ha fabricado dos tipos de pantalones que estarán en las tiendas en 2018. El objetivo de Redcycle es concienciar a la sociedad de la importancia de reciclar y proteger al planeta.
Actualmente las redes marinas en desuso representan una grave amenaza para la naturaleza. La Agencia Europea del Medio Ambiente calcula que hay 640.000 toneladas de redes de pesca en los fondos marinos que, aparte de contaminar, suponen un peligro de muerte para algunas especies animales.
Asimismo, hay toneladas de redes inutilizadas y abandonadas en cofradías de pescadores que por suerte no han sido vertidas al mar pero que tienen un destino indefinido.
Hilo reciclado
Para este proyecto, la marca Ternua ha cooperado con la empresa italiana Aquafil, pionera en un proceso de reciclaje único que permite transformar las redes en desuso junto con otros materiales de desecho de nylon, en hilo regenerado ECONYL.
Se estima que hay 640.000 toneladas de redes de pesca en los fondos marinos, muy peligrosas para algunas especies animales
Las redes son enviadas a Eslovenia, donde Aquafil prepara, desmenuza y limpia los residuos para enviarlos a la planta de regeneración de ECONYL. Allí, los residuos comienzan su viaje a través de la regeneración, volviendo a la materia prima y convirtiéndose en hilo ECONYL, que se envía a los productores de tejido.
El hilo final es el resultado de la mezcla del reciclado de redes de pesca con otras materias recicladas (como moquetas). Ese hilo es enviado a la empresa IBQ de Barcelona, donde se desarrollan los tejidos y, una vez en Mondragón, Ternua comienza el proceso de diseño y desarrollo de las prendas con el resultado de un nuevo tejido que pasa a transformarse en una prenda reciclada, reciclable y respetuosa con el Planeta.
Gracias a la recogida de estas primeras 12 toneladas de redes, Ternua ha podido generar 9 toneladas de poliamida reciclada aprovechable, y ha evitado que para generar ese material en forma de poliamida virgen se hayan tenido que consumir 18 toneladas de petróleo y generar 40 toneladas de CO2.
Concretamente, Nofir, compañía noruega especializada en el reciclaje de equipamientos de pesca, especifica los siguientes datos:
- La disminución de la huella de carbono es equivalente a 39.413 kg de CO2 (3,6 kg de CO2/kg)
- La disminución de los recursos no renovables es equivalente a 18.612 kg de petróleo (oil) (1,7 kg oil/kg)
- La disminución de los residuos de productos destinados a vertederos, incineración o que terminan en el mar es de 6.680 kg ( 0,8kg/kg)
Durante la presentación del proyecto, el director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco, Leandro Azkue, señaló el valor de llevar a cabo iniciativas de estas característica, iniciativas público privadas que además de beneficiar al sector pesquero también repercuta en la sociedad en general: “No sólo intentamos que el mar esté lleno de peces para que nuestros pescadores puedan pescar, sino que además es nuestro compromiso favorecer que tengamos un mar limpio y un mar sano para el disfrute de todos, de los pescadores y de la sociedad en general.”
Azkue destacó el ánimo concienciador del proyecto: “Nos tenemos que concienciar de no ensuciar el mar, ni la naturaleza en general, porque es nuestro fuente de alimentación más rica y variada. Tenemos que respetar y cuidar nuestros recursos naturales para que también lo puedan disfrutar la generaciones próximas.”
Xabier Zaldua, de OPEGUI, ha querido finalizar la presentación con un mensaje a la sociedad en general: “Nuestra contribución a las nuevas generaciones debe pasar por no abandonar redes en el mar y por otro lado, contribuir a recoger los desechos marinos«.