El Ministerio de Medio Ambiente confirma que ha presentado al Parlamento una normativa para vetar la venta de vapeadores desechables a partir de junio del año que viene, con el objetivo de «acabar con la cultura de usar y tirar».
La ministra británica de Economía Circular, Mary Creagh, confirmó la semana pasada la presentación en el Parlamento una nueva legislación para prohibir la venta de cigarrillos electrónicos de un solo uso a partir del 1 de junio de 2025.
Los vapeadoress de un solo uso no son recargables ni rellenables, y normalmente se tiran a la basura en lugar de reciclarse, lo que contribuye a incrementar la generación de residuos. Incluso cuando se envían a instalaciones de reciclaje, suelen tener que desmontarse a mano, un proceso lento y difícil que no podrá seguir el ritmo de la producción de estos productos. Además, sus baterías de iones de litio pueden suponer un riesgo de incendio para los trabajadores de la industria de residuos.
El año pasado, la organización Materials Focus calculó que casi cinco millones de vapeadores desechables uso se tiraban a la basura cada semana en el Reino Unido, casi cuatro veces más que el año anterior y el equivalente a ocho por segundo. En 2022 se desecharon más de 40 toneladas de litio procedente de cigarrillos electrónicos de un solo uso, la misma cantidad que se utiliza para alimentar 5.000 vehículos eléctricos.
El uso del vapeo en Inglaterra creció más de un 400% entre 2012 y 2023. Un 9,1% de los británicos son usuarios de estos productos.
Según explicó Mary Creagh, ministra de Economía Circular, «los vapeadores de un solo uso son un gran derroche y una lacra para nuestras ciudades», y añadió que con esta prohibición se pretende «acabar con la cultura de usar y tirar de este país».
Por su parte, Andrew Gwynne, ministro de Salud Pública y Prevención, recordó que «una cuarta parte de los jóvenes de entre 11 y 15 años consumieran vapeadores el año pasado y sabemos que los desechables son el producto preferido por la mayoría de los niños que consumen vapeadores hoy en día».
«Prohibir los cigarrillos electrónicos desechables no sólo protegerá el medio ambiente, sino que reducirá el atractivo de los vapeadores para los niños y los mantendrá fuera del alcance de los jóvenes vulnerables», añadió.
El Gobierno ha presentado ya el proyecto legislativo para introducir la prohibición y, previa aprobación parlamentaria, las empresas tendrán hasta el 1 de junio de 2025 para vender las existencias que les queden y prepararse para su entrada en vigor.
Libby Peake, responsable de recursos de la organización ambiental Green Alliance, declaró que «los vaporizadores desechables son lo último que necesitan nuestros hijos y el planeta, y durante demasiado tiempo se ha permitido que su mercado creciera sin control. Cada uno de ellos desperdicia recursos fundamentales para una economía más sostenible, como el litio, necesario para las baterías de los coches eléctricos».
«Cuando desechan, la nicotina, el plástico y las pilas que contienen son extremadamente nocivos. Incluso cuando se tiran a la basura, sus baterías pueden incendiarse. El Gobierno hace bien en prohibir estos aparatos nocivos: es un paso bienvenido en el camino hacia una economía en la que los residuos se reduzcan por diseño», añadió Peake.
La activista climática y científica medioambiental Less Waste Laura recordó que «los vapeadores desechables irrumpieron en el mercado, convirtiéndose quizá en el primer dispositivo electrónico desechable de uso generalizado que ensucia nuestras calles, y reflejando la implacable evolución de la industria tabaquera».
«La prohibición -afirmó- no se limita a acabar con la basura de los cigarrillos electrónicos, sino que pone en tela de juicio el aumento de la tecnología de un solo uso, que está provocando un incremento preocupante de los residuos electrónicos, con el riesgo de incendio que conlleva y el uso de materiales escasos».