Varias organizaciones del Reino unido han enviado una carta a los secretarios de Estado de Sanidad y Medio Ambiente en la que alertan de la creciente generación de residuos de vapeadores de un solo uso, que contienen materiales como plástico y litio pero apenas se reciclan.
En una carta abierta dirigida a la secretaria de Estado de Medio Ambiente del Gobierno británico, Thérèse Coffey, y al de Sanidad, Steve Barclay, 18 grupos medioambientales y sanitarios del Reino Unido, entre los que se encuentran Green Alliance, el Royal College of Paediatrics and Child Health o la Marine Conservation Society, exigen al gobierno que prohíba la venta de cigarrillos electrónicos de un solo uso para frenar su «creciente amenaza» para la salud pública y el medio ambiente.
La demanda se produce tras una investigación de Material Focus realizada a principios de año, que demostró que cada semana se tiran al menos 1,3 millones de cigarrillos electrónicos desechables, lo que equivale a dos vapeadores por segundo, suficiente para llenar 22 campos de fútbol al año.
Los grupos argumentan que los vapeadores desechables son «artículos eléctricos innecesarios» que contienen plástico de un solo uso, nicotina y baterías, todo lo cual es «peligroso para el medio ambiente y la vida silvestre cuando se tira».
Los productos también contienen litio, que es un material fundamental para la transición ecológica, por ejemplo, para la fabricación de vehículos eléctricos. Las diez toneladas de litio que se desechan de los cigarrillos electrónicos desechables cada año es lo mismo que se necesitaría para 1.200 vehículos eléctricos.
El consumo de vapeadores desechables entre los jóvenes es «particularmente preocupante», escriben los grupos, con un aumento de siete veces en el porcentaje de jóvenes de 11 a 17 años que optan por productos desechables desde 2021.
En lugar de ayudar a los fumadores actuales a abandonar el hábito, varios profesionales de la salud han advertido que los vaporizadores desechables corren el riesgo de crear una nueva generación enganchada a la nicotina, con pruebas emergentes que muestran que podría haber un mayor riesgo de enfermedades pulmonares crónicas.
Libby Peake, responsable de la política de recursos de Green Alliance, afirma que «Tenemos que avanzar hacia productos duraderos y reutilizables diseñados de forma sostenible, y no inventar nuevas formas de causar daño a la fauna y el desperdicio de recursos valiosos. Los ministros deben actuar rápidamente para prohibir los vapeadores desechables y proteger a los jóvenes y a nuestro medio ambiente de esta nueva amenaza totalmente evitable».
La Dra. Honey Smith, directora y copresidenta del grupo National Leads de Greener Practice, añade que «como médico de cabecera, veo los efectos del tabaquismo todos los días de mi vida laboral. Aunque muchos médicos de cabecera se alegran de que se utilice el vapeo a corto plazo como vía para dejar de fumar, aún no sabemos lo suficiente sobre el vapeo para determinar su seguridad. Recientemente se ha demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos es tan perjudicial para los vasos sanguíneos como fumar cigarrillos. Además, los adolescentes que vapean tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de fumar cigarrillos más adelante. Así que es muy preocupante que haya productos disponibles que sean especialmente atractivos para los adolescentes, animándoles a adoptar un hábito que podría causarles problemas de salud a largo plazo».
Chris Tuckett, director de programas de la Marine Conservation Society, explica que «por desgracia, nuestros voluntarios de limpieza de playas han empezado a ver vapeadores de un solo uso tirados en nuestras playas de todo el Reino Unido. Estos productos se componen de muchos materiales diferentes, que rara vez se reciclan, y suponen una amenaza para la vida marina cuando se tiran. Debemos abandonar los productos de un solo uso y, por lo tanto, apoyamos plenamente la prohibición de los vapeadores de un solo uso».