Financiado por la UE, el proyecto desarrollará tecnologías de reciclaje, reutilización, reacondicionamiento y reaprovechamiento para obtener tierras raras y metales valiosos a partir de productos al final de su vida útil, así como el diseño de tecnologías para facilitar el reciclaje de imanes permanentes.

Proyecto para reciclar elementos de tierras raras
El proyecto REMHub desarrolla un centro de innovación digital para elementos de tierras raras e imanes raros. (c) 2024 Phawat/Shutterstock

Los elementos de tierras raras (REE, por sus siglas en inglés) y los imanes raros desempeñan un papel crucial en el avance de la transición hacia la energía verde y la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo. Aunque la UE depende actualmente en gran medida de las importaciones de unos pocos países -aproximadamente el 90% de los REE proceden de fuera de la UE-, esto brinda la oportunidad de desarrollar la experiencia europea y forjar asociaciones estratégicas en el procesamiento de metales de tierras raras.

Reforzar estas capacidades en Europa es fundamental para alcanzar estos ambiciosos objetivos. Además, aunque el reciclaje de los elementos de tierras raras sigue planteando problemas, ya que los índices actuales son inferiores al 5% y algunos procesos de extracción necesitan mejoras de sostenibilidad, estos retos también presentan un importante potencial de innovación y crecimiento.

A medida que aumenta la demanda de REE, impulsada por su uso en vehículos eléctricos, motores de turbinas eólicas y electrolizadores para hidrógeno limpio, existe una gran oportunidad para mejorar los esfuerzos de reciclaje y establecer procesos de extracción más sostenibles dentro de la UE.

En este contexto, el proyecto REMHub desarrollará, probará y pilotará tecnologías novedosas para la exploración y producción primaria de elementos de tierras raras y para recuperarlos de flujos secundarios con el fin de mejorar la seguridad del suministro de REE e imanes raros en la UE.

Además, el proyecto desarrollará tecnologías Re-X (reciclaje, reutilización, reacondicionamiento y reaprovechamiento) para obtener tierras raras y metales valiosos a partir de productos al final de su vida útil, así como el diseño de máquinas eléctricas para facilitar el reciclaje de imanes permanentes.

El proyecto también identificará e implicará a las partes interesadas para desarrollar cadenas de valor de REE en la UE. Mediante la creación de un centro de innovación garantizará que las nuevas tecnologías desarrolladas en el proyecto se comercialicen y ofrezcan como servicios a través de una plataforma digital en el futuro.

Las actividades de comunicación y difusión del proyecto están diseñadas para implicar y comprometer activamente al público y a las distintas partes interesadas, fomentando la confianza y sensibilizando sobre la importancia de los REE. Estas actividades también pretenden crear capacidades esenciales dentro de la UE. El hub se centra en el abastecimiento de materiales transformadores para REE e imanes raros, incluyendo innovaciones en trazabilidad, gemelos digitales y pasaportes digitales. Los socios en el proyecto abarcan toda la cadena de valor de los elementos de tierras raras, desde la exploración y el procesamiento de minerales hasta la producción de metales, la fabricación de imanes y el reciclaje.

El proyecto está comprometido con un marco seguro y sostenible por diseño (SSbD), adoptando un enfoque Re-X que prioriza el reciclaje, la renovación y la reutilización, al tiempo que integra características para facilitar el desmantelamiento y la circularidad.

REMHub pretende mejorar significativamente la seguridad del suministro de REE en la UE. Con el apoyo del centro de innovación, acelerará el desarrollo de tecnologías y servicios, permitiendo una entrada en el mercado más rápida y sencilla. Cuando concluya el proyecto, a las organizaciones les resultará mucho más fácil acceder a servicios expertos en REE desarrollados de forma sostenible dentro de la UE.

El proyecto comenzará a principios de octubre y durará cuatro años. El consorcio está formado por 24 socios de seis países: Finlandia, Estonia, España, Irlanda, Eslovenia e Italia. La preparación del proyecto y la coordinación del consorcio han corrido a cargo de la organización finlandesa CLIC Innovation. El volumen total estimado del proyecto es de 18 millones de euros, de los cuales 16 millones corresponden a financiación de la UE.

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