Generar energía y disminuir los residuos industriales: es el objetivo un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Argentina, para desarrollar un tratamiento novedoso para aprovechar un subproducto de la industria aceitera.

Actualmente existen tecnologías para procesar y aprovechar parte de estos desechos pero, dado que están basadas en ácidos minerales, se requieren tratamientos adicionales para evitar el impacto ambiental por la generación de efluentes. Para evitar esto, los investigadores del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE), dependiente de la UNL y el CONICET, se proponen trabajar con enzimas.

Los residuos del desgomado constituyen aproximadamente el 5% del aceite tratado, por lo que en Argentina, que refina 1.200.000 toneladas de aceite por año, se generan aproximadamente 60.000 toneladas de residuos del desgomado.

El proyecto contempla también trabajar en aspectos específicos de la calidad del biodiesel, como disminuir el contenido de impurezas insolubles y el contenido de sodio y potasio. “Esto permitiría utilizar el biodiesel en las turbinas de centrales de generación de energía, que tienen un requerimiento diez veces más exigente de calidad en estos parámetros, que lo que requiere el uso automotor”, aseguró Carlos Querini, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) y director del proyecto.

Con enzimas

De semillas como las de girasol, maíz o soja es posible obtener un aceite crudo que debe ser refinado para ser utilizado en alimentación humana. Esto se debe a que contiene una serie de impurezas que no lo hacen adecuado para el consumo directo.

Según explicó el especialista, el proceso de refinado consta de varias etapas y si bien produce pérdida de algunos nutrientes, disminuye el riesgo de enranciamiento y mejora los caracteres organolépticos.
Una de las etapas es el desgomado y tiene por objetivo eliminar fosfolípidos, entre otros compuestos. “Particularmente, los fosfolípidos contienen sustancias que pueden ser utilizadas en otras aplicaciones. Por ejemplo, la lecitina,se obtiene a partir del tratamiento de este subproducto de la industria aceitera”, destacó.

El objetivo de los investigadores es tratar el producto residual del desgomado sin degradarlo ni generar efluentes de manejo complejo; para ello trabajarán con enzimas. En primer lugar estudiarán las que están disponibles comercialmente mientras que en paralelo se trabajará en la producción de enzimas recombinantes.

La ventaja de utilizar enzimas, es que el tratamiento es muy selectivo, es decir, son muy específicas en las reacciones que promueven, y a diferencia de los ácidos minerales, permiten realizar la reacción deseada sin alterar la naturaleza de los otros compuestos presentes en el medio”, detalló Querini.

Con este procedimiento se espera generar un subproducto adecuado para ser transformado en biodiesel, y generar a su vez una materia prima enriquecida en las sustancias de valor inicialmente presente en los residuos”, sintetizó.

Con YPF

El proyecto de investigación, que se ejecutará en los próximos dos años, dispondrá de un financiamiento de $500.000. Esto se debe a que fue seleccionado junto con otras 11 propuestas en el marco de la convocatoria CONICET-Fundación YPF a Proyectos de Investigación Orientados.

De este proyecto participan, además de los investigadores de FIQ e INCAPE, científicos del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), dependiente de la UNL y el CONICET. También colaborarán investigadores de la Planta Piloto de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Sur y de la Universidad Federal do Paraná (Brasil).

Fuente: UNL/DICYT

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