El proyecto DIGESMART propone una solución viable al tratamiento de los materiales residuales de la producción de biogás a partir de deyecciones ganaderas y otros restos orgánicos agroindustriales.
El proyecto europeo DIGESMART ofrecerá una solución de tratamiento para los materiales residuales de la producción de biogás agroindustrial a partir de deyecciones ganaderas y otros restos orgánicos procedentes de la agroindustria.
Estos residuos tienen un potencial aprovechamiento agrícola como fertilizantes, pero en ocasiones este reciclaje se ve dificultado por los altos costes asociados a su transporte y aplicación. Mediante la combinación de las tecnologías planteadas en este proyecto, los ganaderos europeos podrán reciclar a bajo coste esos materiales transformándolos en fertilizantes de alto valor. Esta solución será aplicable a España, Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Países Bajos y Dinamarca.
El proyecto DIGESMART está formado por socios de cuatro países: Enerbiom (Francia), Universidad de Turín-Grupo Disafa (Italia), SATA (Italia), Biogas-E (Bélgica) y ainia centro tecnológico (España). Financiado por la UE bajo el programa ECO-INNOVATION, las actividades técnicas concluirán en tres años, con la instalación de nueve unidades de tratamiento en Europa.
Tecnología low-cost
Enerbiom propone una innovadora solución de bajo coste para producir fertilizantes ecológicos (obtenidos a partir de fuentes renovables) a través del uso de varias tecnologías, como la separación sólido-líquido, el stripping y el secado solar (ver esquema). Estas tecnologías de recuperación de nutrientes permitirán adaptar la solución de tratamiento de los materiales residuales de la producción de biogás (digerido), a las necesidades de los agricultores, tanto en términos de capacidad, superficie disponible de aplicación y costes de tratamiento.
El proyecto DIGESMART pretende reunir a todos los agentes interesados en la instalación del nuevo proceso, el cual minimiza en términos de volumen la aplicación de digerido y valoriza económicamente los nutrientes minerales (nitrógeno, fósforo y potasio, entre otros). Mediante el aprovechamiento del digerido, en lugar de fertilizantes de síntesis, es posible reducir el gasto energético, el consumo de combustibles fósiles y la huella de carbono.
La primera instalación de estas tecnologías desarrollada por ENERBIOM será implementada en una planta de biogás agroindustrial en el norte de Francia, debido al exceso de deyecciones ganaderas de esta área y al importante problema de la polución de los acuíferos.
Las tecnologías desarrolladas en el marco del proyecto DIGESMART son aplicadas al digerido en bruto (separación del digerido en fracción sólida y líquida mediante el uso de centrífuga) así como a la fracción líquida del digerido (stripping y secado solar).
Principales etapas del proceso
El digerido obtenido al final del proceso de digestión anaerobia es centrifugado para separar la fracción sólida de la líquida. La parte líquida es posteriormente tratada para obtener fertilizantes minerales, mientras que la fracción sólida, rica en materia orgánica, es compostada.
Seguidamente, se aplica el tratamiento de stripping sobre la fracción líquida (stripping a alta temperatura: 80ºC), a partir del aprovechamiento de la energía térmica producida por la unidad de cogeneración de la planta de biogás. La fracción líquida de digerido es dispersada a través de boquillas en la parte superior del equipo, las cuales permiten finalmente la evaporación de amoníaco. El amoníaco es entonces aspirado y se hace pasar a través de una unidad de lavado (scrubber), en el cual, en presencia de ácido sulfúrico, reacciona formando sulfato amónico. Este último es un fertilizante nitrogenado de gran aplicación en agricultura.
Tras el proceso de stripping, la fracción líquida de digerido residual fluye en un fino film sobre un plano inclinado recubierto a su vez con cristal. La superficie está inclinada 30º y el film capta el calor procedente del sol, produciéndose así la evaporación del agua contenida en el digerido. Además, se hace pasar una corriente de aire entre el líquido y el cristal, lo cual permite acelerar la evaporación a través del desarrollo de fenómenos de convección. Posteriormente, el líquido resultante con menor humedad se coloca en el interior de un invernadero hasta que se alcanza un contenido en materia seca del 70%. El suelo de este invernadero es calentado también con calor procedente de la unidad de cogeneración.