Con la llegada de los Reyes Magos, renovaremos muchos de nuestros juguetes y equipos electrónicos. FER ofrece algunos consejos para reciclar los viejos aparatos y evitar que acaben en el vertedero.
Con la inminente llegada de los Reyes Magos, una gran cantidad de productos con componentes eléctricos y electrónicos poblarán los hogares españoles. Será entonces cuando surja la pregunta de qué hacer con los antiguos. La Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) ofrece unos consejos para que cualquier ciudadano pueda convertirse en un rey mago del reciclaje, garantizando que ningún residuo de aparato eléctrico y electrónico (RAEE) acabe en el vertedero.
Según fabricantes y vendedores, en la campaña navideña se concentra el 50% de la venta anual de juguetes. También se incrementan notablemente las de otros productos estrella como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores, videoconsolas… Antes de generar un nuevo residuo al deshacernos del aparato antiguo, todos deberíamos hacernos la pregunta de si realmente es necesaria la adquisición de uno nuevo: el mejor residuo es el que no se genera.
Fijándonos en lo que sucede en España, según cifras publicadas por el Registro Nacional de Productores de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (REI-RAEE) del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en 2017 los fabricantes han puesto en el mercado 7.404 toneladas de juguetes y equipamientos deportivos y de ocio; 22.639 toneladas de equipos de informática y telecomunicaciones, o 351.986 toneladas de pequeños y grandes electrométricos. Por tanto, FER considera fundamental que el ciudadano sepa dónde depositar los RAEE para llevar a cabo un tratamiento correcto de recuperación de los valiosos materiales que contienen.
En primer lugar, si no se tiene intención de comprar un nuevo aparato, el antiguo puede ser depositado en la red capilar de gestores autorizados de RAEE o en el punto limpio más cercano. Si, en cambio, adquiere un nuevo aparato, el vendedor debe aceptar sin coste alguno el antiguo. Además, es obligatorio que los grandes distribuidores recojan los RAEE cuya dimensión exterior no supere los 25 cm –como es el caso, por ejemplo, de los teléfonos móviles– de forma gratuita y sin la condición de que el usuario compre un aparato equivalente.
Según un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), el valor de los materiales reutilizables contenidos en este tipo de residuos superaría los 55.000 millones de dólares, más que el producto interior bruto (PIB) de algunos países del mundo, en el caso, claro está, de que no acaben en el vertedero. De ahí la importancia de que en fechas como estas, en las que se genera una gran cantidad de residuos, cada ciudadano sea plenamente consciente de la importancia de su contribución al reciclaje.
OBJETIVOS DE RECICLAJE
Los últimos datos sobre recogida de RAEE en España remitidos por Eurostat son de 2015 y alcanzaron las 230.728 toneladas. Es decir, cerca de 4,97 kilos por habitante al año. En el año 2017 el objetivo de reciclaje es de 6,41 kg de RAEE por habitante y además se tienen que cumplir unos objetivos de preparación para reutilización marcado por el Real Decreto 110/2015:
- El 2% de los grandes aparatos recogidos ese año (se entiende por gran aparato los de dimensiones superiores a 50 cm, con exclusión de los aparatos de frío, monitores y pantallas).
- El 3% de aparatos de informática y telecomunicaciones recogidos ese año.
Ambiciosos objetivos que sitúan a España como primer país europeo en priorizar la reutilización de aparatos electrónicos y eléctricos (AEE) frente a su reciclaje. Los porcentajes de reutilización subirán un punto de cara a 2018, un pequeño porcentaje de toda la tecnología que se fabrica, pero que sirve para posicionar a nuestro país como un referente en el reacondicionamiento de productos tecnológicos para el resto de Europa.
GESTORES AUTORIZADOS DE RAEE
Sin la labor y el valor medioambiental que aportan los gestores autorizados de RAEE, no sería posible alcanzar los ratios de recogida que marca Bruselas. Son, por tanto, un sector clave para la economía circular, al evitar toneladas emisiones de CO2 a la atmósfera y fomentar un mercado de materias primas secundarias alternativo que cumpla con el objetivo de cerrar el ciclo de vida de cada producto.
Para la patronal española del reciclaje, la aportación de cada ciudadano en la cadena del reciclaje es vital. Por lo que cuando pase ese día de celebración tan especial que supone la llegada de los Reyes Magos, es fundamental que, a continuación, cada persona tome conciencia de que puede convertirse en un rey mago del reciclaje, consiguiendo que ningún RAEE acabe en el vertedero.