Un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente pone de relieve los beneficios derivados de la transición hacia una economía circular, pero también de las dificultades que entraña y la forma de afrontarlas.
Los beneficios ambientales de la adopción de una economía circular en Europa podrían ser considerables: una importante reducción de residuos y minimización la gran dependencia de las importaciones de materias primas del continente. Un nuevo informe publicado ayer por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) llama la atención sobre las oportunidades y desafíos de dicha transición económica. El documento también describe las posibles formas de medir el progreso en este ámbito y destaca las áreas donde se requiere más atención e impulso a la investigación y políticas que permitan convertir este concepto en realidad.
El informe de AEMA “Circular economy in Europe – Developing the knowledge base” describe el concepto de la economía circular y pone de relieve sus características principales. La creación de una economía circular requiere cambios fundamentales a lo largo de toda la cadena de valor, desde los procesos de diseño y producción de productos hasta nuevos modelos de negocio y patrones de consumo.
El reciclaje convertirá los residuos en recursos y extender el ciclo de vida de los productos ayudará a conservar los recursos naturales. El Paquete de Economía Circular presentado a finales de 2015 por la Comisión Europea desempeña un papel importante para alcanzar estos logros.
“El concepto de economía circular ha ganado fuerza recientemente en la política europea como una perspectiva positiva, basada en soluciones para lograr el desarrollo económico respetando los límites ambientales. La AEMA está dispuesta a apoyar la transición a una economía circular a través de análisis y evaluaciones”, dijo el director ejecutivo de esta organización, Hans Bruyninckx.
Enfoques como el ecodiseño, la reutilización, la reparación y el reciclaje de productos y materiales jugarán un papel esencial
A diferencia del enfoque tradicional de coger-fabricar-consumir-desechar, una economía circular busca respetar los límites ambientales mediante el aumento de la proporción de recursos renovables o reciclables, reduciendo el consumo de materias primas y energía. Así se reducirán las emisiones y pérdida de recursos. Enfoques como el ecodiseño, la reutilización, la reparación, la restauración y el reciclaje de los productos y materiales jugará un papel importante para mantener el uso de productos, componentes y materiales y conservar su valor.
Resultados clave
- Los beneficios de una transición hacia una economía circular en Europa podrían ser considerables, reduciendo las presiones ambientales y minimizando la enorme y creciente dependencia de las importaciones del continente. Cada vez más, esta dependencia podría ser una fuente de vulnerabilidad. El aumento de la competencia global por los recursos naturales ha contribuido incrementar los precios y la volatilidad. Las estrategias de economía circular también pueden resultar en considerables ahorros de costes, aumentando la competitividad de la industria europea a la vez que se generan beneficios netos en términos de oportunidades de empleo.
- Desafíos: Como surgen nuevos enfoques circulares, se presentarán sin dudas fricciones entre el sistema lineal existente y estos nuevos modelos circulares. Estas pueden percibirse como amenazas por parte de algunos actores, pero también como oportunidades por otros.
- Existen ejemplos de buenas prácticas. Por ejemplo, hay empresas que ya están empleando o experimentando con nuevos modelos de negocio basados en servicios en este campo, así como el creciente consumo colaborativo. También, cada vez más, los gobiernos fomentan la prevención de residuos, la reutilización y la reparación.
- Una transición requiere una expansión sustancial de la base de conocimientos para el progreso e identificar dónde es necesario seguir trabajando para lograr un cambio. Ya existen algunos indicadores. Por ejemplo, Europa está reduciendo la cantidad de residuos generados y recicla cada vez más de sus residuos. Pero se necesita más información para la toma de decisiones y combinar el razonamiento sobre los impactos ambientales, sociales y económicos. Se necesita una mejor comprensión en las estructuras de producción, dinámicas de consumo, mecanismos financieros y fiscales, así como impulsos y vías para las innovaciones tecnológicas y sociales.