La escasez de agua es un problema creciente en Europa. Los eurodiputados quieren asegurar las fuentes de agua dulce de la UE promoviendo la reutilización de las aguas residuales en la agricultura.
El crecimiento demográfico, la urbanización y el turismo han contribuido a la escasez de agua y las sequías que están afectando cada vez más a muchas áreas de Europa, especialmente a la región mediterránea. Las fuentes de agua están bajo estrés y se espera que la situación empeore debido al cambio climático. Según una estimación, para 2030 la mitad de las cuencas fluviales de Europa podrían verse afectadas por la escasez de agua.
Para asegurar el suministro de agua dulce en Europa en los años venideros, los miembros del comité de medio ambiente del parlamento Europeo respaldaron el pasado 21 de enero un acuerdo informal alcanzado con el Consejo sobre una propuesta para la reutilización de aguas residuales. Las nuevas normas aún deberán ser aprobadas por el Parlamento y el Consejo para convertirse en ley.
Las nuevas normas tienen como objetivo promover el uso de aguas residuales tratadas para el riego agrícola, que representa aproximadamente la mitad del agua utilizada en la UE cada año. El aumento de la reutilización del agua en la agricultura podría ayudar a reducir la escasez de agua.
Para garantizar la seguridad de los cultivos, las nuevas reglas introducen requisitos mínimos para la calidad del agua, requieren un monitoreo frecuente y obligan a las plantas de tratamiento de aguas residuales a elaborar planes de gestión de riesgos. Las autoridades de los Estados miembros emitirían permisos para las plantas de tratamiento y verificarían el cumplimiento de las normas.
Las normas uniformes a nivel de la UE nivelarían el campo de juego para los operadores de plantas de recuperación de aguas y los agricultores y evitarían obstáculos a la libre circulación de productos agrícolas.