Aseguran que la actual normativa europea se ha quedado obsoleta y reclaman un Reglamento que incluya objetivos de reducción de la huella ambiental de los aparatos electrónicos, requisitos de ecodiseño e impulso a la reparación y la reutilización, entre otras medidas.

Residuos electrónicos
Residuos electrónicos. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

El número de aparatos electrónicos en el mercado de la UE casi se duplicó, disparándose más de un 98% entre 2013 y 2022, según revelan nuevos datos de Eurostat. Este fuerte aumento está provocando una crisis de residuos electrónicos. En respuesta, una amplia coalición de organizaciones ambientales ha instado a la UE, a través de una declaración conjunta, a tomar medidas inmediatas para mitigar el daño ambiental causado por la creciente dependencia de Europa de la electrónica.

Las ONG piden a la Comisión Europea que revise de forma urgente «la obsoleta Directiva sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva RAEE)». En concreto, reclaman que se incluyan objetivos de reducción de la huella material de los aparatos electrónicos, principios más sólidos de economía circular y diseño sostenible, así como responsabilidades más estrictas para productores, vendedores y plataformas en línea en la producción, uso y tratamiento de los aparatos electrónicos.

Cuando entró en vigor en 2012, la Directiva RAEE introdujo un enfoque pionero para la gestión ambientalmente racional de los residuos electrónicos y representó un primer paso hacia una economía circular. Sin embargo, desde entonces, los retos que plantean los residuos electrónicos se han intensificado y se han producido considerables avances técnicos, por lo que la actual Directiva RAEE ya no se ajusta a su finalidad, según afirmas las entidades firmantes.

Los últimos datos de Eurostat ponen de manifiesto el aumento constante del número de dispositivos que entran en el mercado de la UE, lo que contribuye directamente al aumento de los residuos electrónicos. Las organizaciones ambientales destacan algunos datos que reflejan la magnitud del problema:

  • En 2022 se vendieron en la UE más de 14,4 millones de toneladas de aparatos eléctricos y electrónicos, lo que supone un aumento de más del 98% desde 2013.
  • Por habitante, los mayores consumidores de aparatos eléctricos y electrónicos en la UE son los Países Bajos (39,9 kg), Dinamarca (38,8 kg), Alemania (33,9 kg), Francia (33 kg) y Austria (30,2 kg).
  • En 2022 se registraron 5 millones de toneladas de residuos electrónicos en la UE, un 1,4 % menos que en 2021.

En este contexto, las organizaciones ecologistas proponen las siguientes recomendaciones clave para transformar la Directiva RAEE en un Reglamento RAEE (de aplicación directa en todos los Estados miembro):

  • Establecer objetivos cuantitativos para reducir la huella ambiental de los aparatos eléctricos y electrónicos (AEE), por ejemplo, en relación con el uso de recursos primarios específicos de los materiales o el volumen de aparatos electrónicos puestos en el mercado.
  • Introducir requisitos de ecodiseño e información, y eliminar progresivamente todas las sustancias preocupantes, incluidas las que dificultan un tratamiento eficaz de los AEE al final de su vida útil.
  • Fomentar la reutilización y la reparación estableciendo objetivos claros, mejorando la recogida, sensibilizando y reforzando el «derecho a la reparación».
  • Aumentar y hacer cumplir la responsabilidad de productores y vendedores, incluidas las plataformas en línea.
  • Mejorar la recogida de RAEE y acabar con las exportaciones ilegales garantizando una mejor información a los consumidores, sistemas de recogida adaptados a ellos, métodos de cálculo más realistas para los objetivos y una mejor diferenciación entre aparatos reutilizables y funcionales.
  • Establecer normas modernas para el tratamiento, la recogida, la logística y la preparación para la reutilización de los RAEE.
  • Prohibir la destrucción de los AEE no vendidos y garantizar su reutilización.

El documento ha sido firmado par European Environmental Bureau (EEB), Deutsche Umwelthilfe (DUH), ECOS – Environmental Coalition on Standards, The Nature And Biodiversity Conservation Union (NABU) y RREUSE.

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