La organización europea RREUSE se lamenta de que la nueva propuesta de la CE solo contenga buenas palabras para la reutilización, pero no incluya objetivos vinculantes separados de los de reciclaje.
El Paquete de Economía Circular revisado que acaba de publicar la Comisión Europea no será suficiente para desarrollar centros locales de reutilización, crear empleos y detener el flujo de bienes reutilizables que cada año se envían a reciclaje o, en el peor de los casos, a vertederos, según la organización europea RREUSE, que aglutina a diversas organizaciones de la UE que trabajan en favor de la reparación y reutilización.
De acuerdo a las estimaciones más recientes citadas por esta entidad, un tercio de todos los materiales que llegan a los centros de reciclaje aún podrían ser reutilizados, y al menos una cuarta parte de los residuos electrónicos conservan un significativo potencial de reutilización. Además, seis millones de toneladas de residuos textiles se envían a vertederos o incineradoras cada año en la UE.
Respecto a la nueva propuesta de la CE, Michal Len, director de RREUSE, dijo que en los últimos años, el fuerte énfasis puesto en el reciclaje en la UE «ha supuesto un duro golpe para la reparación y la reutilización». En su opinión, «el Paquete de Economía Circular era una oportunidad para cambiar esta corriente, pero no lo ha conseguido».
Len se lamentó de que pese a recoger ideas como las de facilitar a las organizaciones de reutilización el acceso a los centros de reciclaje y fomentar la reparación de productos mejorando la disponibilidad de piezas de recambio, el nuevo paquete de medidas no incluya medidas y objetivos vinculantes.
«Desgraciadamente, a pesar de la nueva metodología propuesta, no hay objetivos vinculantes separados de preparación para la reutilización, solo apoyo a los Estados miembros que quieran hacerlo. Es de vital importancia que la preparación para la reutilización se convierta en una parte clara del marco legal, y no quede como una ocurrencia para la acción voluntaria», expresó el director de RREUSE.
Además, Len mostró su preocupación por las «serias consecuencias» que se pueden derivar de algunas partes contenidas en la propuesta, si esta permanece inalterada. «Es posible que los cambios propuestos para la definición legal de preparación para la reutilización pudieran resultar en que algunas organizaciones de reutilización actualmente no sujetas a la legislación sobre residuos complejos y estándares estrictos, tuvieran que estarlo», alertó. Y añadió también que «las actuales obligaciones de responsabilidad del productor para apoyar las actividades de preparación para la reutilización también corren el riesgo de deteriorarse».
Las propuestas sobre residuos están ahora en manos de los Estados miembros y del Parlamento Europeo, y las negociaciones sobre los textos legislativos finales continuarán durante 2016. Por ello, RREUSE, junto con sus miembros, ha anunciado que continuará trabajando para asegurar que todos estos temas son atendidos.