Por contra, Alicante y Soria son las ciudades con el recibo por la gestión de residuos urbanos más barato de España, según un estudio de la OCU.
En todas las ciudades se recogen las basuras y residuos domésticos, y en todas las ciudades los vecinos deben pagar por ello la famosa “tasa de basuras”… pero no se paga lo mismo, ni por los mismos conceptos, y también hay grandes diferencias entre la periodicidad, la forma en que se cobra esa tasa, las deducciones y bonificaciones que aplican…
¿Qué es lo que marca esas diferencias tan grandes? Un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) demuestra que, en último término, simplemente la discrecionalidad de ayuntamiento.
En algunas ciudades hay una tasa fija, idéntica para todas las viviendas, sean como sean y estén donde estén. Otras veces esa tasa es variable, en función de la calle donde está la vivienda, en función del valor catastral o según el consumo de agua, que también puede determinar el importe cobrado como tasa de basuras.
También hay ciudades (como Badajoz, Barcelona, Las Palmas, Madrid, Málaga y Valladolid en el momento de realizar este estudio) en las que no existe una tasa independiente de basuras, sino que se sufraga con el IBI.
En cualquier caso, en el importe cobrado al ciudadano no influye el tipo de tasa, es decir, no son más caras las que tienen una tarifa fija, o las que varían según el valor catastral de la vivienda.
Diferencias del 600%
En la siguiente tabla se recoge lo que se paga en cada una de 54 ciudades estudiadas: todas las capitales de provincia más Ceuta, Melilla, Vigo y Gijón. En todos los casos sería el importe de lo que pagan por el servicio de recogida de basuras, para una vivienda media de menos de 100 m2 situada en el casco urbano, en la calle más común, y suponiendo que se trata de un hogar de tres personas donde se consumen 175 m3 de agua al año.
En San Sebastián es donde más pagan por tasa de basuras, mientras que en Alicante o Soria el importe de la tasa es de apenas 28 euros anuales.
Y en otras ciudades, como Madrid o Barcelona no hay “tasa de basuras”, sino que el coste del servicio se cobra de otra manera, básicamente en el IBI, por lo que el 0 en la tabla no implica que sea gratuito, solo que no hay tal tasa.
El importe de las tasas municipales lleva varios años prácticamente estable: en el gráfico que muestra la evolución del coste medio de la tasa de basuras se puede ver que tras las sensibles subidas de los años más duros de la crisis, el precio medio de la tasa de basura está prácticamente estable.
Falta de información
En la mayoría de las ciudades hay algún tipo de descuento sobre la tasa de basuras (algo que también ocurre en otros servicios, como el del agua): hay descuentos en la tasa por familia numerosa o para hogares donde haya algún discapacitado, para pensionistas con bajos ingresos… Algunos municipios aplican incluso bonificaciones por criterios medioambientales: descuentos para quienes acrediten usar puntos limpios, por ejemplo.
Sin embargo, son muchos los ciudadanos que ignoran estas ayudas. Por ello, desde OCU animan a preguntar en su ayuntamiento: la falta de información y transparencia es un problema común en todas las ciudades, y el ciudadano no tiene claro qué paga, ni cuánto, ni por qué ni para qué. Unos criterios cambiantes y arbitrarios no contribuyen tampoco a poner las cosas fáciles.
Fuente:
OCU