La firma de gestión de residuos, que fue sorprendida en 2019 intentando enviar once contenedores con plásticos contaminados a Turquía, tendrá que abonar también 13.000 euros a la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido.
La empresa británica de gestión de residuos P&D Material Recovery Ltd ha entregado 13.000 libras (algo más de 15.000 euros) a una organización ambiental dedicada a la protección de las aves. No se trata de una donación que pretenda reflejar la preocupación por el entorno y la fauna local de la firma, sino el cumplimiento de una multa impuesta por la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido por el intento de exportación ilegal de residuos fuera del país.
En marzo de 2019, la empresa llenó 11 contenedores con plástico contaminado con otros residuos no permitidos. Se trataba de dos envíos descritos como chatarra de plástico, con un total de aproximadamente 220 toneladas de residuos, iban a ser enviados a una instalación en Turquía.
Esta infracción de la legislación internacional sobre la exportación ilegal de residuos se descubrió durante una inspección rutinaria. En ella se encontró que los contenedores contenían plástico contaminado con pañales y compresas sucias, pero también preservativos, bastoncillos de algodón, vidrio, textiles -incluida ropa interior vieja- y latas de conserva.
Sin embargo, la intervención y la acción coercitiva de la Agencia de Medio Ambiente ha hecho que ahora una organización benéfica de aves de la localidad de Sandwich, en el condado de Kent, al sur de Inglaterra, se beneficie de 13.000 libras para mejorar los hábitats locales. La empresa también ha pagado los costes de la investigación de la Agencia de Medio Ambiente, que ascienden a casi 11.000 libras (13.000 euros).
Tras la incautación, la empresa aceptó que el contenido inspeccionado no era apto para la exportación, y devolvió los contenedores a sus instalaciones y para incinerarlos.
Para evitar nuevas infracciones, la empresa ha acordado contratar personal adicional y a una empresa especializada en la fabricación de plantas de clasificación de residuos para que diseñe un sistema de limpieza secundario y una estación de clasificación adicional.
Stephen Young, investigador principal de la Agencia de Medio Ambiente en este caso, dijo: «Queremos que todos los productores y empresas de residuos sean responsables y se aseguren de que sólo exportan material que pueda enviarse legalmente y con seguridad al extranjero para su reciclaje».
«Las exportaciones ilegales de residuos arruinan la vida y el medio ambiente de otros países -añadió Young-. Todas las exportaciones de residuos del Reino Unido deben cumplir la normativa sobre traslados de residuos, y la Agencia de Medio Ambiente dispone de un sistema de inspecciones para verificar su cumplimiento».