La nueva ordenanza fiscal reguladora del servicio de gestión de residuos tendrá una parte fija y otra variable, en función del número de personas empadronadas en la vivienda, y contempla también reducciones para familias vulnerables y comercios que adopten medidas de prevención y reciclaje.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander aprobará hoy el borrador de la nueva ordenanza fiscal reguladora del servicio de gestión de residuos en la ciudad, que establece la aplicación de una tasa específica de basuras que entrará en vigor el 1 de enero de 2026.
La alcaldesa de la capital cántabra, Gema Igual, acompañada por la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, y el concejal de Economía, Javier García Ruiz, presentaron el pasado viernes los detalles de esta ordenanza que el Ayuntamiento ha tramitado en cumplimiento con la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que establece la obligación de financiar el servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos urbanos mediante un tributo específico.
Así, el Ayuntamiento de Santander encargó a la Universidad de Cantabria la elaboración de un estudio técnico con el fin de definir una tasa ajustada a la realidad del municipio y a las condiciones de la ley. El resultado, según indicó Igual, es un modelo que diferencia entre usos residenciales y no residenciales, y que, dentro de cada grupo, aplica tarifas progresivas según el número de empadronados o la actividad económica y superficie del inmueble. Además, se incluyen bonificaciones para situaciones de vulnerabilidad social y para quienes practiquen buenas prácticas ambientales.
En el caso de las viviendas, la tasa tendrá dos componentes: una parte fija y otra variable. El término fijo es igual para todas las viviendas y se ha fijado en 103,64 euros anuales (dos euros más que el actual), con independencia del número de personas empadronadas.
El término variable depende del número de personas empadronadas en el inmueble -un indicador del volumen de residuos que se pueden generar-, distribuyéndose en los siguientes tramos: viviendas con una persona o menos, 10,92 euros; dos personas, 28,39 euros; tres personas, 39,31 euros, y cuatro o más personas, 48,04 euros.
De esta manera, la tasa de basuras variará entre los 114,55 euros anuales de una persona que vive sola, y los 151,68 euros para una vivienda de cuatro o más personas.
En lo que se refiere a los usos no residenciales, la cifra se calculará según el tipo de actividad y la superficie del local. De este modo, se han establecido 12 categorías específicas con coeficientes que tienen en cuenta la naturaleza y la intensidad en la generación de residuos.
Según la alcaldesa, estas cifras reflejan el esfuerzo del Ayuntamiento por aplicar criterios justos que distingan la capacidad contaminante de cada actividad y aseguren que el coste del servicio se reparta con proporcionalidad.
Bonificaciones
Asimismo, la ordenanza que regula la nueva tasa de basuras de Santander incluye bonificaciones sociales para familias en situación de vulnerabilidad y reducciones para quienes adopten buenas prácticas medioambientales. El objetivo, señaló Igual, es proteger a quienes más lo necesitan e incentivar un comportamiento responsable que ayude a reducir la cantidad de residuos que se generan.
En este sentido, la regidora detalló que las personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital o de la Renta Social Básica podrán acogerse a una bonificación del 90% de la cuota. En cuanto a reducciones ambientales, se aplicarán rebajas en el término variable a quienes participen en programas medioambientales.
En lo relativo a los usos no residenciales, se establecen diferentes bonificaciones por varios conceptos relacionados con buenas prácticas ambientales, como la contratación de un gestor autorizado de residuos, medidas contra el desperdicio alimentario, contenedores de separación de residuos y adhesión al programa municipal voluntario de recogida de papel y cartón comercial, entre otras.
Entre marzo y abril de 2026, el Ayuntamiento realizará notificaciones personalizadas a cada contribuyente con el detalle de su recibo -que se girará de forma independiente al del agua– y, a partir de entonces, se podrá abonar en un solo pago anual o en tres pagos en los meses de junio, agosto y octubre.
Durante 2025 se realizará una campaña de información pública para explicar el funcionamiento de la nueva tasa. Así, el Ayuntamiento habilitará canales específicos de atención ciudadana para resolver dudas, tramitar bonificaciones y facilitar toda la información necesaria a los vecinos y titulares de negocios.