SAVING-E busca la eliminación del nitrógeno a través de un nuevo proceso que puede trabajar tanto a altas como bajas temperaturas y consigue una mayor eficiencia medioambiental y la reducción de los costes de tratamiento.
La empresa DAM –Depuración de Aguas del Mediterráneo- sigue trabajando en el proyecto denominado SAVING-E, que busca reducir el consumo energético de las depuradoras en un 40%. El último hito fue la puesta en marcha de la planta experimental de depuración de aguas, en la localidad catalana de Rubí-Valldoreix. Y es uno de los argumentos que ha centrado la participación de DAM en las jornadas organizadas por la Entidad de Saneamiento de Aguas de Valencia.
Se trata de un proyecto de la Unión Europea, enmarcado en el programa LIFE, y coordinado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona. Además también participa la Agencia Catalana del Agua y la Plataforma Europea del Agua.
Este proyecto plantea un rediseño del tratamiento de la línea de aguas que busca, en primer lugar, incrementar la producción de biogás en una estación depuradora, de tal manera que esta instalación se autoabastezca energéticamente. Y en segundo lugar, conseguir una reducción en los costes de aireación en la eliminación de nitrógeno, así como una reducción de la producción de lodos.
Por ahora, la planta que se inauguró en julio pasado ha arrancado la primera etapa del proceso y próximamente hará lo propio con la eliminación de nitrógeno en la corriente principal de la línea de aguas. El nuevo tratamiento que se plantea pretende mejorar la calidad de las aguas y puede trabajar de manera estable tanto a altas, como a bajas temperaturas, siendo extrapolable a otros países europeos donde estos procesos son más difíciles de efectuar.