Los socios del proyecto han desarrollado una serie de tecnologías innovadoras para mejorar la recogida y gestión de los biorresiduos, así como su transformación en nuevos productos, como biopesticidas y poliésteres biodegradables.
Hasta 20 desarrollos innovadores que incluyen nuevas tecnologías y productos para valorizar biorresiduos han sido desarrollados y probados en el marco del proyecto SCALIBUR (Scalable Technologies for Bio-Urban Waste Recovery), financiado por el programa europeo Horizonte 2020 y coordinado por el centro tecnológico Itene, que concluyó el pasado 31 de octubre tras haber cumplido su objetivo de aportar nuevas soluciones en el ámbito de la gestión de los residuos orgánicos.
Un total de 20 socios de siete países europeos, entre los que se encuentran importantes empresas de gestión de residuos, desarrolladores de nuevas tecnologías y centros de investigación, han colaborado durante cuatro años (2018-2022) para desarrollar conjuntamente una serie de nuevas soluciones. Las innovaciones obtenidas se presentaron en la conferencia final del proyecto, que tuvo lugar el 19 de octubre en Valencia.
«La gestión sostenible de los biorresiduos es esencial para la creación de una bioeconomía circular en Europa. Las soluciones desarrolladas por SCALIBUR ayudarán a los municipios a mejorar la forma en que recogen y tratan los residuos orgánicos, aumentando la circularidad y creando nuevas oportunidades de negocio», explicó César Aliaga, coordinador del proyecto SCALIBUR y Responsable de la Unidad de Envases y Economía Circular de itene.
Entre los desarrollos obtenidos se incluyen nuevas tecnologías para la recogida y la clasificación inteligente de biorresiduos, como sensores para la medición de gases, un algoritmo para la optimización de la logística y un sistema de monitorización para plantas de tratamiento de biorresiduos.
Otros procesos en los que se ha trabajado durante el proyecto ofrecen nuevas vías de valorización de biorresiduos. En concreto, una ruta bioquímica permite la producción de azúcares concentrados a partir de residuos orgánicos, utilizando nuevos cócteles de enzimas desarrollados específicamente para la hidrólisis de residuos biológicos, que se emplean para la producción de poliésteres biodegradables y biobasados. Además, se han producido biopesticidas tanto a partir del hidrolizado líquido por fermentación como del hidrolizado sólido, por fermentación en estado sólido.
Por otra parte, se han desarrollado plantas de cría y fraccionamiento de insectos que permiten la extracción de proteínas de larvas de insectos para ingredientes de piensos, y se han producido otros biomateriales, como fibras de nanoquitina y formulaciones de quitosano PLA y PHB.
Se han realizado pruebas piloto de procesos innovadores para el tratamiento de lodos de depuradora, como una planta de prueba para la producción de PHA, la producción de compuestos orgánicos a partir de biogás y la mejora de toda la línea de gestión de lodos.
Los socios también han desarrollado plataformas de colaboración y bases de datos, entre ellas la plataforma de grupos de interés «The Biowaste Hub» y bases de datos de ACV (Análisis de Ciclo de Vida) sobre la gestión de los biorresiduos y sus tecnologías relacionadas.