Entre las opciones propuestas para su reutilización destacan proyectos de ayuda humanitaria, equipamiento lúdico o agroganadería.
La Universidad CEU San Pablo y Ecovidrio han firmado un acuerdo por el que los contenedores verdes para el reciclaje de vidrio instalados en las calles podrían tener nuevos usos adicionales al final de su vida útil. Estos proyectos están relacionados con la ayuda humanitaria, equipamiento para la sensibilización y educación infantil y agroganadería, entre otros aspectos.
Después de recoger una media de 2 millones de kilos de vidrio al día, los contenedores de barrio de toda España podrán tener una segunda vida gracias a esta iniciativa desarrollada por estudiantes de Arquitectura de la Universidad CEU San Pablo.
Alumnos de proyecto fin de carrera y quinto curso han propuesto más de 50 ideas, de las cuales finalmente han desarrollado tres, convirtiéndolas en proyectos para estudiar su viabilidad. Estos proyectos han estado coordinados por la profesora de Arquitectura y Diseño de la Universidad, Aurora Herrera.
Las tres propuestas buscan su utilidad en la sociedad. La primera está orientada al campo de la agroganadería. Consiste en transformar los contenedores de vidrio en refugios móviles para aves, pensado para su traslado y uso en jardines, fincas suburbanas o suelos rústicos dedicados a la obtención de abono ecológico, ganadería y alimentación de baja escala. Constaría de dos partes diferenciadas e independientes entre sí: el corral de picoteo y la caseta o cobertizo. En la actualidad hay iniciativas de este tipo en ciudades donde existen huertos urbanos, ya sean públicos o pertenecientes a viviendas unifamiliares, que permiten aprovechar el abono y los huevos, ambos productos muy valorados, además de cumplir una función didáctica y de relación con la naturaleza.
Los contenedores también podrían usarse como refugios de montaña para emergencias o como puestos de vigilancia de la naturaleza
La segunda propuesta se centra en la ayuda humanitaria, para lo que proponen transformar los contenedores de vidrio en infraestructuras que sirvan como soluciones temporales necesarias. Del mismo modo, este tipo de construcciones se podrían utilizar como refugios de montaña que podrían ser utilizados en caso de emergencia por condiciones meteorológicas desfavorables. Estas instalaciones dispondrían del equipamiento necesario para la localización y supervivencia. También estos refugios pueden destinarse a puestos de vigilancia de nuestro ecosistema para naturalistas.
La tercera propuesta consiste en aprovechar los contenedores de vidrio reciclados para la construcción de juegos y equipamiento lúdico, concebidos para contribuir al desarrollo físico y emocional de los más pequeños. Estos contenedores transformados podrían ubicarse en espacios públicos, colegios, hospitales y restaurantes, diseñados para garantizar el entretenimiento, la diversión, la seguridad y el aprendizaje de niños y niñas. La intención de esta tercera propuesta es promover el juego al exterior, ya que ayuda a la interacción con otros niños, al desarrollo de la imaginación y la creatividad, la generosidad, etc.
Para el desarrollo de estos proyectos, los alumnos han trabajado en colaboración con el Laboratorio de Fabricación Digital (FABlab Madrid CEU), perteneciente a la red mundial de laboratorios del Center for Bits and Atoms del Massachusetts Institute of Technology, que se encuentra en el Campus de Montepríncipe de la Universidad.
Sostenibilidad y arquitectura
En palabras de la profesora Aurora Herrera, “la arquitectura que enseñamos en la escuela tiene un marcado carácter social, y en particular con el concepto de sostenibilidad profunda, energética, medioambiental y humana, e intentamos inculcarlo en todos nuestros alumnos”. Igualmente, “para nosotros hoy en día asociar sostenibilidad con arquitectura constituye un binomio indisociable que está presente en todos nuestros proyectos”.
Según Borja Martiarena, director de Marketing de Ecovidrio, “en Ecovidrio siempre hemos apostado por fabricar y alargar la vida útil de nuestros contenedores de forma sostenible. Este acuerdo va más allá y refuerza la labor de Ecovidrio en materia de educación ambiental, así como su apuesta decidida por los jóvenes y su capacidad de innovación”.
Ecovidrio trabaja, además, en proyectos de I+D de contenerización. Esta línea de innovación de la entidad se centra en alargar la vida útil de los contenedores de forma sostenida, implementar medidas de ecodiseño en los contenedores para reducir su huella ambiental y que los procesos de fabricación sean más sostenibles, así como, activar proyectos innovadores, que amplíen los usos adicionales de sus contenedores.